(Actualizado a las 19.00h.) La situación en el Annapurna, una vez que ha vuelto a caer la noche es la siguiente: Tolo Calafat sigue a 7.600 metros de altitud, a seis horas de caminata desde el campo 4 (7.200 m.). El helicóptero de rescate finalmente no ha podido subir porque el tiempo ha empeorado por la tarde. Pese a ello, se mantiene en alerta y si mañana por la mañana las condiciones lo permiten intentaría el rescate.
Tolo ha logrado comunicarse con su mujer mediante su teléfono vía satélite según ha informado Pere Joan March, amigo y compañero de escalada. En la conversación, Calafat se ha mostrado tranquilo y “con aplomo” en la conversación con su esposa, pero tenía “muy poca voz”. March ha indicado que hasta que no pueda evaluarlo un médico no se puede confirmar que, como se ha dicho, su amigo sufra un edema cerebral.
Mientras tanto, Sonam, el sherpa de Pauner, ha subido con una tienda de campaña, una botella de oxígeno (la única que quedaba en el C-4), medicinas y un hornillo para intentar al menos que el alpinista mallorquín no pase la segunda noche al raso y pueda hidratarse. A las 17.00 horas (hora española) aún no había llegado a la posición de Tolo y a a la hora de esta actualización ho hay noticias de si el sherpa ha logrado llegar hasta Tolo.
Durante el día, un sherpa de la expedición coreana intentó llegar hasta Tolo, pero tras subir durante 3 horas consideró que estaba demasiado lejos y se dio media vuelta.
En estos momento, en el campo 4 pasan la noche el rumano Horia Colibasanu, que está decidido a subir mañana hasta Tolo si el helicóptero no puede, Carlos Pauner y Juanito Oiarzabal. El aragonés y el vasco están agotados y sufren congelaciones leves y cerguera de altura, provocada por la venticas que padecieron durante el descenso de ayer, entrada la noche. En principio, el problema no es grave y si mañana su estado físico les impide ayudar en el rescate, retomarán el descenso hacia el campo base.
Jorge Egocheaga, que hoy ha llegado al campo base junto con su compañero de cordada Martín Ramos, ha anunciado que mañana subirá desde el CB hasta el C-4 (¡3.000 metros de desnivel en una sola jornada!) con medicinas y oxígeno para sumarse al rescate. No es la primera vez que el asturiano aprovecha su impresionante capacidad física para volver a subir una montaña nada más bajarla debido a un accidente.
En cuanto al resto de alpinistas que ayer hicieron cumbre, se encuentran desperdigados por los distintos campos de altura del Annapurna. Oh Eun-Sun y todo su equipo duerme en el C-1 y mañana llegará al base, mientras que Kinga Baranowska, Piotr Pusternik, que ayer por cierto completó los 14 ochomiles; Peter Hamor y los dos rusos están en el C-2 y también se les espera para mañana en el CB.
Mientras tanto, las condiciones de la montaña se ha degradado rápidamente con la entrada del mal tiempo. Según han relatado Egocheaga y Ramos al llegar al CB, ayer a la noche la onda expansiva de una avalancha levantó y desplazó varios metros su tienda con ellos dentro en el C-2.
Última hora a las 10.30h. Tras la durísima jornada de cumbre que se vivió ayer en el Annapurna, el descenso de la casi veintena de alpinistas que alcanzaron la cima ha adquirido tintes dramáticos esta pasada noche y hoy, tras hacerse de día, comienzan a concretarse las preocupantes informaciones que llegaron de madrugada desde la montaña.
El caso más grave es el del mallorquín Tolo Calafat, compañero de cordada de Juanito Oiarzabal. Tolo no ha podido alcanzar las tiendas del campo 4 y ha permanecido toda la noche a la intemperie, a 7.600 metros de altitud, acompañado por el sherpa Sonam. Todos los síntomas indican que padece un edema cerebral y no razona, ya que Sonam ha estado toa la noche intentado que descendiese pero el no le ha hecho caso, se ha tumbado en la nieve y ha pasado así toda la noche.
Desde el campo base, Javier Perez, compañero de Carlos Pauner que se dio la vuelta ayer, y Nick Rice, del equipo internacional y que también renunció a la cumbre tras ser golpeado por una piedra unos días antes, están organizando una operación de rescate para intentar sacar de allí a Calafat cuanto antes. La opción es movilizar un helicóptero B3, que alcanza gran altitud, para que viaje en él Javier Pérez, que está perfectamente aclimatado para subir a esa altitud sin peligro, y sea depositado en la mnontaña lo más cerca posible de Tolo para que le auxilie. El problema es que toda esta operación se debe realizar antes de esta tarde porque han anunciado la llegada de mal tiempo. Los doctores Morandeira y Nerín, que están en la expedición de Pauner, están a punto en el CB para tratar de estabilizar al montañero en cuanto llegue.
Además, Horia Colibasanu, que ha dormido en el C-4 ha sido informado de todo y está dispuesto a subir al rescate de Tolo. Horia ya tuvo un comportamiento heróico con Iñaki Ochoa de Olza hace dos años, cuando permaneció junto a él durante cinco días en la arista Este del Annapurna hasta que llegó ayuda.
El mallorquín no es el único alpinista con problemas. Después de no tener noticias durante todo el día de ayer de los dos rusos de la expedición internacional, hoy están localizados en el C4. Se les vio intentando alcanzar la cima avanzada la tarde y ascendiendo muy lentamente. Evgeny Vinogradsky también sufre edema cerebral y está siendo tratado con oxígeno y dexametasona.
También se hallan en el C4 Carlos Pauner, Juanito Oiarzabal y su sherpa, además de la expedición coreana al completo. Todos ellos llegaron de madrugada a sus tiendas, exhaustos, y sufren de congelaciones, sin conocer en estos momentos el alcance exacto de las mismas.
El resto de alpinistas que hicieron cumbre seguían a primera hora de la mañana en el C4 y su estado era bueno. Se trata de los polacos Piotr Pustelnik y Kinga Baranowska, el eslovaco Peter Hamor y el rumano Horia Colibasanu. Sólo Martín Ramos y Jorge Egocheaga lograron ayer descender un mayor tramo de la montaña y alcanzar el C2, por lo que se les espera hoy en el campo base.