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Las reflexiones de Edurne Pasaban desde el Tíbet

Edurne Pasaban se encuentra inmersa en su particular sprint final para acabar los catorce ochomiles y, si puede, ser además la primera en hacerlo. Una vorágine que nada más descender de la cumbre del Annapurna, hace diez días, se vio acelerada con las declaraciones sobre Miss Oh. Edurne me confesó en la entrevista que le hice recién llegada al campo base que los sherpas de la coreana le habían asegurado que no llegaron a la cima del Kangchenjunga el año pasado.

Probablemente no era ni el momento ni ella la persona adecuadas para decirlo, pero en ese instante estaba enfadada porque se acababa de enterar que los coreanos habían fiscalizado toda su ascensión y lo dijo. Y yo, en mi condición de periodista, no pude más que publicar sus palabras, que luego han tenido una notable repercusión. Tanta que Elizabeth Hawley ha decidido revisar y poner en controversia esa cumbre de Miss Oh.

Cuento todo esto porque esas declaraciones han supuesto duras críticas para Edurne desde todos los ámbitos. Los que ya la criticaban desde antes y los que no lo hacían pero lo han hecho ahora.

En primer lugar, creo conocer un poquito a Edurne y por eso rechazo radicalmente las críticas que aseguran que lo tenía planeado para que la coreana no le quitase el ser la primera mujer en subir los catorce ochomiles. Edurne no es tan maquiavélica. Os lo aseguro. Tuvo un ‘calentón’ y acto seguido le hice yo la entrevista. Fue pura casualidad No hay más. Ni menos.

Por eso quiero hacer yo una autocrítica. Este deporte no es el fútbol, por suerte. Las exclusivas o las primicias valen lo que valen. Y una información lo es siempre, pero también en su justa medida. A mí me han pedido alpinistas en expediciones en las que les acompañaba que no publicase un pequeño accidente o un susto (una caída en una grieta) para que su familia no se preocupase y lo he hecho, porque creo que a veces algunos valores están por encima de la información. Al menos de alguna información.

Esta vez ha pasado algo parecido. Las declaraciones estaban ahí. Edurne las hizo y ella sabe que se equivocó. Y yo las publique, y tengo dudas de si también me equivoqué. Porque creo que no merece la pena causar un daño innecesario a una persona por una frase pronunciada en un momento de enfado. Y menos en este deporte sobre el que todavía tengo una imagen noble y romántica (quizá demasiado). Porque lo que tenían que haber sido felicitaciones y celebraciones se convirtieron en polémica y críticas. Y, sinceramente, Edurne no se lo merecía.

Todo esto viene a cuento porque me he querido sumar a las reflexiones que Edurne Pasaban ha realizado en su blog a raíz de la polémica surgida con esas declaraciones.

Aquí tenéis sus palabras. Unas palabras que sobre todo le honran como persona, por encima incluso de su condición de alpinista:

Reflexiones desde Nyalam (Tíbet)

Después de los días de locura en Kathamandu, ahora desde el Tíbet, un poco mas descansada y tranquila, me he decidido a escribiros a todos vosotros. A todos los que entendéis la montaña, los que la amáis y también a todos vosotros los que no entendéis tanto pero estos días estáis siguiendo toda nuestra aventura.

No es fácil hacer esto, ya que algunos de los que leeréis esto pensaréis bien y otros pensaréis mal, pero yo no me voy a preocupar de eso ahora, me voy a preocupar de ser sincera y de contaros los que siento y lo que estoy viviendo a día de hoy.

Empiezaría por deciros que si hubiera sabido que terminar los 14 ochomiles hubiera traído tantas peleas en los diferentes foros, me lo hubiera planteado. Pero si hay algo bueno, es la libertad de expresión que tenemos, y gracias a eso cada uno de nosotros podemos decir y contar todo lo que pensamos. Esa libertad de expresión que tenemos es un priivilegio ya que pienso que cuando alguien dice algo es por que lo siente, y por que se siente bien diciéndolo.

Pues ahora es mi momento, hace unos días cuando termine de escalar el Annapurna, se me ocurrió hacer una declaración a un medio de comunicación, a un periodista amigo mío, sin ninguna maldad de nada, mas que una declaración era una confirmación, le confirme que los sherpas nos habían confirmado que Miss Oh no había subido a la cima del Kanchenjunga. No era nada nuevo, esto ya lo sabían los medios de comunicación antes de que yo viniese aquí a intentar completar los 14 ochomiles. Hasta entonces no nos habían hecho ni caso, a nadie le interesaba. Pero por algo que desconozco, ahora si importa. No se si importa para que yo sea la primera en terminar los 14 o importa para ensuciar mi carrera. No lo sé, pero importa. Y por supuesto duele ver desde aquí toda la polémica que se ha generado entorno a este tema.

He leído mucho comentarios, algunos me apoyan sin conocerme, buenas personas. Otros me critican también sin conocerme, no son malas personas, todos lo hacemos y estan en su derecho. Y otros critican conociéndome y esos seguramente tengan razón. Pero no nos olvidemos que cada uno de nosotros tenemos nuestra propia razón. Cada uno de nosotros somos propietarios de nuestros pensamientos y nuestras propias verdades.

Aclarare ciertas cosas. Cuando hace unos años pensé terminar los 14 ochomiles , decidí hacerlo por que me apasiona escalar montañas, por que disfruto mucho, por que es mi vida. Y nunca como algunos creen para hacerme ni rica y famosa. Por que ni los ricos, ni los famosos son mas felices, y eso se lo podéis preguntar a ellos. Quizás ayuda, pero no lo consigue, y os lo puedo confirmar yo.

Nunca me ha faltado de nada, en mi vida. Una persona que hace tiempo escribió en mi web, vengo de una familia, empresaria y trabajadora, sobre todo trabajadora, a la que nunca nadie ha regalado nada. A mí tampoco.

Es verdad que lo he tenido mas que mucha gente. Pero nunca , nunca he sido feliz del todo. Conocida es mi pelea con la depresión, y esos dos años tan dificiles para mi familia y para mí. En la montaña he vivido la muerte de cerca, pero por desgracia la de mis amigos, no la mía.

Yo tambien he sentido la muerte muy de cerca, pero en la vida real, allá abajo. Y encontré lo que buscaba aquí arriba en la montañas, donde sigue existiendo todo eso de lo que tanto habláis: la solidaridad, la amistad y, sobre todo, la libertad. Por esto estoy escalando los 14 ocho miles, por que soy feliz. Y el desafío 14×8000 y “la carrera”, como queramos llamarla la hago por este motivo.

En estos dos ultimos años parte de mi trabajo ha sido buscar apoyos y patrocinadores, creedme que no ha sido un trabajo facil, aunque parece que tambien hay gente a la que molesta que cuente con patrocinadores y sponsors. En este sentido debo deciros que todos y cada uno de ellos me han transmitido siempre un cariño, una cercania y una confianza incondicional, sin ningún afan competitivo, y eso es lo más importante de todo.

Detrás de las empresas que me patrocinan y me ayudan a hacer realidad este ambioso proyecto hay grandes profesionales, pero sobre todos buenísimas personas y mejores amigos, que estoy segura mantendré para siempre.

Cuando atacamos cumbre me consta que no pegan ojo, pendientes de que todos regresemos a salvo, esa ha sido siempre su máxima preocupación. Nos llaman con frecuencia allá donde estemos, e incluso han venido a visitarnos caminando hasta el Campo Base, demostrando un compromiso y pasión que nunca hubiera podido imaginar y eso es lo más importante y lo más bonito que recibo de ellos, y lo que yo y todo mi equipo les agradecemos sinceramente.

No os contaría la verdad si no os dijera que tengo orgullo y ambición, por que lo tengo. Pero dicen que esto no es malo, yo no lo sé. Esto era lo que os quería contar, ahora mas tranquila deciros gracias a todos, gracias por apoyarme, por seguirme, por opinar bien y mal. Todo hace crecer a las personas, y a mí me estáis ayudando a crecer y seguramente a hacerme mejor persona.

Ahora continuaré, continuaré con el proyecto, con la ilusión que tengo, con mis amigos, con mi equipo, que son realmente los que merecen todos los méritos del mundo por aguantarme, y con todos vosotros. Mañana alcanzaremos el Campo Base Chino del Shisa Pagma, y el martes subiremos caminando al que será nuestro campo base, denominado “Campo Base Avanzado”. Parece que hay 7 expediciones ya allí, según nos han dicho, y que la montaña tiene poca nieve, ya veremos. Todo esto ya os lo iré contando.

Un beso muy grande a todos…

Por Fernando J. Pérez e Iñigo Muñoyerro

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