Un órdago en toda regla. Eso es lo que han puesto en marcha Edurne Pasaban y su equipo en el Annapurna. O lo que es lo mismo, el grupo intentará alcanzar la cumbre del que sería su decimotercer ‘ochomil’ en los próximos días. La última hora es tan escueta como reveladora: «Edurne y su equipo duermen en el campo II con intención de progresar hacia la cumbre en los próximos días», según su web . Los últimos partes meteorológico han confirmado la ventana de buen tiempo que se intuía días atrás y no han dudado.
En realidad era un pequeño secreto a voces. No había más opciones si la tolosarra quiere apurar hasta el último momento la posibilidad de convertirse en la primera mujer en ascender los catorce ‘ochomiles’. La coreana Oh Eun-Sun, a la que sólo le falta el Annapurna, la marca de cerca en el campo base desde que llegó hace una semana y había que intentar un golpe de mano. No hay que olvidar que si holla la ‘Diosa Madre de la Abundancia’, Edurne deberá marchar a todo correr al Shisha Pangma para, entonces sí, subir su último ‘ochomil’. Y todo ello antes de finales de mes, que es cuando Miss Oh y el multitudinario equipo de televisión que le acompaña han previsto su ascensión retransmitida en directo.
Ante el eventual éxito de la alpinista vasca, la coreana podría adelantar sus planes y evitar sorpresas, pero no todo lo que quiera. Miss Oh y su equipo se encuentra en pleno proceso de aclimatación y éste tiene unos plazos inquebrantables… salvo que se utilice bombonas de oxígeno en la ascensión. Y los testimonios de varios alpinistas que se encuentran en el campo base es que la expedición de la coreana tiene unas cuantas en el campo base.
Pero Edurne Pasaban va a tener suficientes dificultades que afrontar en las próximas horas como para preocuparse de los demás. A la tolosarra, Asier Izagirre, Alex Txikon y Nacho Orviz aún les queda por equipar un complicado tramo de ruta, por encima del campo 3, a casi siete mil metros de altitud, que incluye cruzar una peligrosa rimaya y atravesar bajo un inestable serac que pondrá a prueba sus nervios. Como hizo hace tres años con los de Edurne, cuando se dio la vuelta justo en este punto.