Los días de inactividad en un campo base son como una falla tectónica. Se van cargando de tensión, poco a poco, sin que nadie lo aprecie aparentemente, hasta que por fin explota: es el momento en el que la montaña se ‘abre’ de nuevo y todos parten hacia ella para liberar tanta presión acumulada.
Algo de eso está pasando estos días en el Annapurna. Miss Oh ha traído el mal tiempo a la ‘Diosa de la Abundancia’ y desde que ha llegado al campo base, casi nadie se mueve de él. Salvo veteranos curtidos en mil batallas, como Juanito Oiarzabal , que se aventuró el domingo hacia el campo 2 pese a los partes meteorológicos. Aguantó la nevada, dudó, abrió huella hasta la rodilla y cumplió el objetivo: segunda estación de la aclimatación cumplida. Ayer también poartieron hacia el C-2 el asturiano Jorge Egocheaga y el castellano Martín Ramos . Veremos lo que cuentan a la vuelta sobre el estado de la montaña, que se está cargando de nieve según pasan los días.
Mientras tanto, Edurne Pasaban maneja sus opciones y afila los crampones. Y al final no le ha quedado más remedio que reconocer lo que muchos suponíamos. La próxima vez que se enfrente a la montaña será para intentar llegar hasta la cumbre. Prefería mantener la idea en cuarentena, una especie de plan B que manejaba en ‘petit comité’ con sus compañeros de cordada (no era cuestión de levantar la liebre demasiado pronto a Miss Oh), pero ayer, ante la insistencia del periodista en una entrevista para explorersweb.com acabó por reconocerlo: “Bueno, las secciones más delicadas de la ruta están ya fijadas y tenemos tres campos ya montados. También hemos estado observando con el zoom el seracs que hay por encima de C3 y se ve muy bien en realidad. Por lo tanto, si las condiciones lo permiten … sí, creo que haremos un intento a cumbre”.
La fecha clave es el próximo sábado, día 10. A partir de ese día los partes indican que el tiempo se estabilizará y bajará el viento. Será el momento de intentarlo. Quizá el mismo domingo. Subirían a dormir al C-2; al día siguiente al C-3 y el tercero equiparían el tramo del serac, para volver a domir al C-3. El cuarto día en la montaña subirían a montar el campo 4 (7.200 metros). Y de allí a la cumbre…
Por cierto, finalmente no les ha llegado de Katmandú los 600 metros de cuerda que pidieron tras perder la suya en un alud. El plan era subirlos en el helicóptero de Juanito Oiarzabal pero para cuando llegó el material el aparato estaba ya volando. Sin embargo, no ha sido ningún problema. Todas las expediciones que han ido llegando se han ido ofreciendo para darles material y concretamente la de Pauner y Juanito ha aportado los 400 metros que subirán para equipar del C-3 para arriba.
La basura de Miss Oh
Mientras tanto, una pequeña polémica se ha instalado en el campo base, referida a la supuesta basura que la expedición de Oh Eun-Sun dejó esparcida por todo el CB en otoño pasado, cuando realizó su primer intento al Annapurna. Nada más llegar al CB, el grupo de Edurne Pasaban ya alertó de la gran cantidad de desperdicios que había esparcidos e incluso montaron una pequeña operación de limpieza.
La crítica ha llegado ahora del australiano Nick Rice , que acaba de llegar al CB y ha realizado el treking de aproximación con Jorge Egocheaga y Martín Ramos. Hace unos días, durante la marcha Rice afirmó que “instalamos un campamento entre los restos de la expedición coreana; dejaron bastante basura tras de sí”. Y para que no quedaran dudas, añadió que “todas las etiquetas estaban en coreano, así que no hay duda sobre de quién era la basura”.
Esta crítica ha molestado mucho a la expedición coreana, cuyos patrocinadores han respondido rápidamente desde Corea. Lo último que necesita Miss Oh es una mala imagen en el ámbito ecologista. Un responsable de Black Yak , patrocinador de la coreana, ha asegurado que “somos extremadamente cuidadosos con la gestión de basura de la expedición”. Incluso aseguran que el grupo dedica parte de su tiempo libre en el Himalaya a recoger basuras abandonadas por otros y que Oh Eun-Sun se ha ganado el apodo de ‘Himalayan cleaning woman’ (La mujer de la limpieza del Himalaya). Respecto al hecho deque las etiquetas de la basura estén en coreano, se defienden alegando que “ha habido cuatro equipos coreanos en la zona desde el año pasado”.
Alex Txikon y Asier Izagirre, recogiendo la basura coreana poco después de llegar al CB.