Con tanto hablar de la reforma laboral y del abaratamiento del despido parece un buen momento para recordar al que podría considerarse uno de los campeones mundiales de la especialidad: Jack ‘Neutrón’ Welch. ¿Quién es este hombre? Se trata de uno de los mitos vivientes de la industria estadounidense tras haber dirigido General Electric durante veinte años. Quizás no sea muy conocido fuera del ámbito económico, pero este gigantesco conglomerado industrial cuyo origen se remonta a Thomas Edison ha fabricado a lo largo de su historia desde tostadoras hasta reactores nucleares y es una de las empresas más importantes del mundo. Un dato lo demuestra: en 2009 contaba con 304.000 empleados y tuvo unos ingresos de 157.000 millones de dólares frente a los 93.000 trabajadores y 58.000 millones generados de Microsoft. Impresionante.
El caso es que Jack Welch llegó a la presidencia de la compañía en 1981 tras una durísima disputa con algunos de sus compañeros. Por entonces, la compañía funcionaba bien y tenía beneficios, pero Welch quería más; aspiraba a ser el número uno o dos allí donde compitiera. Y había partes de General Electric que no lo eran. Ya antes de ser presidente había dado muestras de que no le temblaba el pulso a la hora de cortar por lo sano: en 1971, con sólo 32 años, se convirtió en director general de la división de química y metalurgia; lo primero que hizo fue despedir a casi todo el equipo. La mayoría le parecieron “incompetentes”.
La situación se complicó cuando alcanzó la presidencia y vio bajo su mando a ¡404.000 trabajadores! La competencia japonesa y la disparada inflación de principios de los ochenta apretaban lo suyo y decidió que tenía que hacer a General Electric más competitiva como fuera. Su objetivo, según cuenta en sus memorias ‘Jack Welch. Hablando claro’, era pedir más a menos personal, es decir, quedarse con lo mejor de lo mejor (o contratar a lo mejor de lo mejor). Y empezó a recortar y a recortar. En cinco años, despidió a ¡118.000 trabajadores, es decir, uno de cada cuatro empleados! Cuando se le preguntaba cuándo terminarían los recortes, respondía siempre lo mismo: “Nunca”. Por eso la revista ‘Newsweek’ decidió bautizarle en 1982 como ‘Neutron’ Jack, porque como las bombas de neutrones, acababa con las personas y dejaba intactos los edificios. ‘Fortune’ le nombró en agosto de 1984 el ‘jefe más duro de América’.
Lo más irritante para muchos de los trabajadores es que la compañía seguía teniendo beneficios e incluso llegó a gastarse 75 millones de dólares en un supergimnasio y en la mejora de las instalaciones para las reuniones de sus ejecutivos. ‘Neutron’ Jack quería sólo a los mejores y los mejores sólo se merecen la excelencia, pensaba.
Welch dejó la presidencia de General Electric en el año 2001. En 1999, la citada ‘Fortune’ le nombró el ‘Ejecutivo del siglo’ . Había multiplicado los beneficios de GE a un nivel desconocido. Por el camino, se había convertido en uno de los campeones mundiales del despido.