Este blog faltaría a sus principios fundacionales si pasara por alto este libro: ‘Eiji Tsuburaya: Master of Monsters’, de August Ragone, publicado en 2007. Desde que lo compré lo habré leído unas cuatro veces y siempre lo estoy consultando u hojeando por gusto. Se trata de una biografía ilustrada e ilustradísima del gran genio del cine de efectos especiales japonés, Eiji Tsuburaya, uno de los padres de Godzilla y familia, además del entrañable Ultraman.

Más que un post, el libro de para un ensayo. Sólo diré que leerlo es como estar en un parque de atacciones dedicado al cine fantástico nipón. Escrito por un fan devoto con varias firmas invitadas, es un tratado completísimo sobre Tsuburaya y su cine que, a pesar de su apabullante erudición y minuciosidad, es divertidísimo. Además del interés que tiene la vida de un cineasta que consiguió sacar adelante sus proyectos en un Japón que sobrevivía a su posguerra, el libro tiene un interés añadido para los aficionados a los efectos especiales, de los que Tsuburaya fue un pionero y maestro absoluto. ¡Es asombrosa la cantidad de cosas que se pueden hacer con muy pocos recursos, unas maquetas y una gran piscina! Os recomiendo que complementéis su lectura con un visionado de ‘Godzilla: Japón bajo el terror del monstruo’ (1954), la película con la que comenzó todo (todo lo relacionado con el gran G, quiero decir).

No añadiré más, porque preveo que citaré este libro con frecuencia por aquí (lo digo porque acabo de ver ‘El terror de Mechagodzilla’ y ‘King Kong se escapa’, y pienso comentarlas en el blog). Os dejo el trailer de ‘Godzilla’, en el que se puede apreciar cómo nuestro querido super saurio acaba con la proverbial puntualidad de los ferrocarriles japoneses.