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Anje Ribera

Música callada

Celine Dion – My heart will go on (Mi corazón seguirá latiendo por ti) (Titanic)

Creo que aún no ha pasado el tiempo suficiente como para realizar esa afirmación, pero son muchos los que creen que la música de ‘Titanic’ puede ser considera la más famosa y aclamada de la historia del cine. Y, por tanto, su canción estrella, ‘My heart will go on’, la balada más reconocida de la gran pantalla. Es mucho decir, sin duda.

Lo cierto es que la película dirigida por James Cameron sí ha sido la más taquillera de la historia del cine, siendo premiada con once Oscar por la Academia de Hollywood. Su tema musical estrella logró una popularidad similar.

Al margen de las diferentes opiniones, lo que sí es cierto es que la obra interpretada originalmente por Celine Dion sí ha superado a sus antecesoras a la hora de trasladarse de la gran pantalla a bodas, funerales, días de los enamorados, karaokes, anuncios comerciales, nanas, sonidos relajantes, fondos musicales para hacer el amor… Vale para todo. Para todo sirve como banda sonora.

Nos encontramos ante la canción ideal para aquellos que siempre han soñado con un amor de película. A ellos, seguramente, ‘My heart will go on’ les marcó la vida. De hecho, desde aquel 8 de diciembre de 1997, cuando se lanzó el single en la esfera anglosajona, la cantante canadiense de origen francés se convirtió en Afrodita, la diosa del amor. Su voz ensoñadora consiguió entrar en los corazones de millones de personas.

La apreciación no es gratuita. Viene refrendada con los fríos datos que arrojó el mercado discográfico, que convirtió a Celine Dion en la mujer que prestó su timbre al single más vendido del año. Con el tiempo, llegó a ser uno de los más difundidos de todos los tiempos. Se contabilizaron quince millones de copias dando vueltas por todo el planeta. Es, por lo tanto, la canción interpretada por una mujer que consiguió mayor repercusión. Asimismo, está incluida en la lista de composiciones más importantes del siglo XX realizada por la Asociación Americana de la Industria Discográfica y por la Academia Nacional de las Artes estadounidense.

Los hit-parade también se rindieron a su talento. ‘My heart will go on’ alcanzó el número uno en Estados Unidos, Reino Unido, Suiza, Francia, Alemania, Holanda, Suecia, Bélgica, Dinamarca, Italia, Noruega, Irlanda, Australia, Austria, Grecia, Irlanda, Finlandia y, naturalmente, España. En todos permanceció en cabeza durante semanas. Asimismo fue elegido disco del año en Bélgica, Holanda, Suecia y Suiza.

También llovieron galardones. El tema se hizo con un Oscar, un Globo de Oro y cuatro premios Grammy –disco del año, canción del año, mejor interpretación femenina y mejor tema escrito específicamente para una película o televisión–.

La obra compuesta por James Horner y dotada por Will Jennings de una letra arrebatadora, sin lugar a dudas se ha erigido con justicia como uno de los temas cinematográficos más populares de todos los tiempos. Se puede afirmar sin riesgo de error que ya forma parte de la cultura musical universal. Pocos serán los mortales que no sean capaces de identificarla nada más escuchar sus primeros acordes.

La clave de su capacidad de adicción radica, en gran medida, en los arreglos y en una melodía que cautiva de manera instantánea. Si a ello se une la interpretación de Dion, esta obra queda enmarcada en un ambiente atrapante. Sus productores –Simon Franglen, Horner y Walter Afanasieff– lograron ensamblar todas las piezas de un proyecto irrefrenable.

Pero no todo surgió como estaba previsto. La idea original de Horner –fallecido el pasado verano en un accidente de avión– no contemplaba que ‘My heart will go on’ fuese el tema principal de la banda sonora de ‘Titanic’. De hecho, su intención primitiva era utilizar la melodía como el instrumental que adornara algunas de las escenas. Fue la calidad de la letra escrita por Will Jennings la que convenció al compositor.

Tampoco hubo acuerdo a la hora de elegir la intérprete. Tras debatir sobre diferentes nombres, finalmente la discusión se acotó a Whitney Houston, Toni Braxton y Céline Dion. Las dos primeras no estaban disponibles por aquellas fechas y fue Dion quien se convirtió en ‘la voz’ de ‘Titanic’.

Sin embargo, cuando escuchó el tema en un sólo de piano a manos de Simon Franglen, la francocanadiense tampoco quiso registrar la partitura compuesta por Horner. Al final fue su manager y esposo, Rene Angelil, recientemente desaparecido, quien la convenció para grabarla en el estudio The Hit Factory, de Wallyworld, en Nueva York.

«Gracias a Dios que nadie me hizo caso en ese momento. La verdad es que, en un principio, no me gustaba la canción. No estaba segura», aseguró Dion en una entrevista concedida a un programa de la BBC. «Anteriormente había probado con otro tema para una película y la experiencia no fue buena. Pensé que era forzar la situación, pero mi esposo me motivó a hacer por lo menos un demo, que terminó siendo el tema de ‘Titanic’. Luego la he vuelto a cantar unas tres millones de veces. Es un bonito problema formar parte de un clásico y saber que vas a morir con él», dijo con tono irónico.

Quedaba por superar la traba del director de la película, James Cameron, nada partidario de que una canción sonara en los créditos finales. Temía las críticas por comercializar el final del filme. Pero él también cayó rendido ante la interpretación de Dion, quien alcanza graves que no sonarían tan mundanas en una soprano y agudos que logran resonancia sin apenas esfuerzo. Todo gracias a su excelente técnica vocal que podemos ver en el vídeoclip oficial dirigido por Bille Woodruff y que combina imágenes de ‘Titanic’ con la interpretación de Celine Dion.

La voz de la diva canadiense fue el complemento perfecto para una melodía que contenía elementos de música celta inspirados en la canción ‘Flying dutchman’ de Jethro Tull, sonidos orquestales y tonos de sintetizadores, sin olvidar la magistral inserción de los coros.

LETRA

Cada noche que pasa en mis sueños te veo,
te siento allí conmigo,
así es como sé que no me has abandonado

Más allá de los límites de la distancia
y espacios incomprensibles que nos separen,
has venido a mostrar que no existen barreras

Cerca, lejos, dondequiera que te encuentres,
creo que el corazón sigue latiendo.

Una vez más, llegas cruzando esos obstáculos
y te encuentras aquí dentro llenando mi pecho
y mi corazón te seguirá amando sin descanso

El amor puede tocarnos una sola vez en la vida
y acompañarnos por el resto del trayecto,
y jamás dejarnos hasta el fin de nuestro camino
El amor estaba presente cuando me entregué,
un tiempo de la realidad al que sigo aferrada,
y mientras tenga vida siempre seguiremos así

Vivo, o en el más allá, dondequiera que estés,
creo que al corazón no le importa eso para amar
(A qué se deberá que el corazón se comporte así)
Una vez más, en mis sueños despiertas mi fuego
y sigues aquí dentro de mis entrañas clavado,
y mi ávido corazón no se cansa de resguardarte

¡Amor estás aquí, no hay nada que temer,
porque sé que mi corazón seguirá encendido!
¡Nos mantendremos juntos, así para siempre!
¡Sabes que ocupas un lugar seguro en mi ser,
y mi corazón nunca se cansará de amarte!

La letra, aparentemente, nos relata un episodio de amor. Pero, si interpretamos algunas de las expresiones, podemos llegar a pensar que en el fondo ‘My heart will go on’ trata también de la soledad, del dolor que provoca un sentimiento que persiste y hace referencia a alguien que ya se fue. Sólo el corazón mantiene lo contrario. Su autor, Will Jennings, confesó que la había escrito desde «el punto de vista de alquien que ya en la vejez mira hacia atrás buscando revivir su pasado».

DISCREPANCIA CON KATE WINSLET

La sobrexposición soportada por ‘My heart will go on’ ha llegado a saturar los oídos de muchos amantes de la música popular. Es lo que le ocurrió a Kate Winslet, protagonista de ‘Titanic’ junto con Leonardo di Caprio. La actriz declaró hace unos años que estaba hastiada de escuchar la canción principal de la banda sonora de la película.

«Me encantaría poder decir: ‘¡Escuchen todos! ¡Es la canción de Celine Dion!’, pero no puedo. Simplemente me siento mal, me pongo seria e intento ocultar mi fastidio. Creo que no debería confesar este tipo de cosas, pero es cierto, cada vez que la oigo, siento ganas de vomitar. Dios te bendiga, Celine, pero realmente la canción me tiene harta”, afirmó Winslet.

Algunos medios de comunicación aprovecharon sus palabras para intentar generar una polémica entre la británica y Celine Dion. Pero la francocanadiense demostró estar dotada de un gran saber estar y se limitó a asegurar que ‘My heart will go on’ le dio la oportunidad de unirse «a un clásico que vivirá para siempre. Si contara las veces que la he cantado, quizá también me pondría enferma, pero sigo orgullosa de cantarla». Sobre Winslet añadió: «Si Kate se pone mala y siente ganas de vomitar cuando la escucha, me alegro de que no sea ella la que la tiene que cantar».

ANÉCDOTA

Cuando el crucero ‘Costa Concordia’ se estrelló contra las rocas en la isla italiana del Giglio el 13 de enero de 2012, con el fatal desenlace de la perdida de una treintena de vidas, en la fiesta que se celebraba a bordo en el momento del accidente sonaba ‘My heart will go on’. Faltaban tres meses para el centenario del hundimiento del ‘Titanic’.

VERSIONES

Auténtico delicatessen es la interpretación del violinista ANDRÉ RIEU. Aquí podemos verlo en un concierto ofrecido en Montenegro.

La grecogermana VICKY LEANDROS grabó en 1998 ‘My heart will go on’ en alemán, con el título ‘Weil mein herz dich nie mehr vergisst’.

KENNY G. firmó una visión instrumental de la balada basada en su tradicional saxofón y en el violín.

El grupo mexicano GUARDIANES DEL AMOR interpretó en castellano el tema que analizamos hoy. Bajo el título de ‘Mi corazón continuará’ la publicó en 2004.

Los cuatro cantantes de IL DIVO unieron sus voces para interpretar la canción en italiano. ‘Il mio cuore va’ salió al mercado en 2012 con gran repercusión.

BIOGRAFÍA

Céline Marie Claudette Dion será identificada con ‘Titanic’ el resto de, esperemos, su larga vida. Es más, muchos de sus actuales seguidores no conocen apenas nada de su trayectoria anterior. Su condición de diva y el hecho de haber vendido cien millones de álbumes en todo el mundo podrían eclipsar los primeros pasos de esta mujer nacida en Charlemagne, Quebec, el 30 de marzo de 1968.

Es la pequeña catorce hermanos. Su madre era violinista, condición que marcó el acercamiento a la música de la posteriormente estrella. De hecho, junto al resto de la familia, conformaba una banda que tocaba en clubes locales durante los fines de semana. En ella debutó como cantante a los 5 años.

A medida se cumplía años se afianzaba su voz y aprendía a controlar los tonos graves y agudos. Fue descubierta a los catorce, gracias a un tema compuesto por su madre y su hermano Michael. Grabó una maqueta, que fue enviada por correo a una dirección que encontraron en la parte de atrás de un disco del cantante francocanadiense Ginette Reno.

El cassette llegó a manos de René Angelil, quien más tarde se convertiría en mánager y marido de Celine. Éste quedó tan impresionado por su voz que la contrató para lanzar su primer álbum. Angelil incluso tuvo que hipotecar su casa para financiarlo. Se erigió como su Pigmalión y desde entonces se dedicó en exclusiva a convertirla en una estrella. Corría el año 1981.

El LP hizo que el público canadiense conociera el talento de Celine Dion. Los trabajos que llegaron a continuación, también interpretados en francés, la dotaron de reputación y la llevaron a ganar numerosos premios. Viajó a Japón, cantó para el Papa Juan Pablo II cuando visitó Montreal en 1984 y representó a Suiza en la edición de Eurovisión de 1988, imponiéndose en el certamen.

Su definitivo lanzamiento internacional tuvo lugar en 1990, cuando publicó su primer álbum en ingles. Este plástico supuso realmente el comienzo de la gran carrera de Dion que hoy conocemos. Un año más tarde interpretó la canción de la película de Disney ‘La bella y la bestia’, que le abrió las puertas de Hollywood y, desde entonces, ha sido habitual su presencia en las bandas sonoras de las grandes producciones cinematográficas.

El paso definitivo hacia la fama lo dio gracias a ‘The power of love’, tema que popularizó en 1985 Jennifer Rush y que Celine Dion versionó en 1993. Desde entonces era ya la diva que todos admiramos. ‘Falling into you’ (1996) la hizo conquistar todos los mercados y un Grammy. Tenía ganas de tomarse un descanso, pero su discográfica le urgió a grabar ‘My heart will go on’, cuyas ventas llegaron a producir 65 millones de dólares.

Desde entonces nada ha sido igual. Su popularidad ha traspasado todas las fronteras de lo imaginable. Pese a ello, sus trabajos no han bajado de calidad y sigue mostrando su profesionalidad, tanto en los estudios de grabación como en los escenarios. Su voz, grande, trágica y potente, y la inteligente selección de los temas garantizan el mantenimiento de su alto nivel durante muchos años.

Canciones para escuchar a oscuras - Por Anje Ribera

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