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Anje Ribera

Música callada

AC/DC – Highway to hell (Autopista al infierno)

Si el ‘regreso al futuro’ de Marty McFly hubiera tenido como destino 1979 y no mediados de los años cincuenta, para definir el rock los guionistas de la película no habrían utilizado ‘Johnny B. Goode’ de Chuck Berry, sino ‘Highway to hell’ de AC/DC. Porque hablar de rock a finales de la década de los setenta y principios de los ochenta era mencionar a la banda australiana y a su emblemática canción.

Poco más de tres minutos y medio de paso por el infierno bastan para disfrutar del cielo musical gracias a este satánico éxito, quizá el mejor tema de los ‘eléctricos’ liderados por los hermanos Young. La guitarra Gibson SG de Angus, el menor de los genios llegados al país continente desde Glasgow, ve como son los dedos del diablo los que rasgan sus cuerdas en uno sus riffs más populares del género, no por su complicación –sólo tres acordes–, sí por su capacidad de contagio.

‘Highway to hell’ surgió de las mentes ‘angelicales’ de Bon Scott, Angus Young y Malcolm Young, pero nada más contactar con su público pecador se convirtió en un canto del averno, uno de los más concluyentes de la historia del hard rock. Parece obligado recurrir al tópico y hablar de un himno, nacido bajo la producción de Robert John Lange y con su mayor perversión en las actuaciones en directo.

La letra relata, al estilo AC/DC, el complicado camino que tuvieron que completar hasta llegar a ser escuchados por sus seguidores. Angus Young sostiene que surgió tras la pregunta de un reportero sobre las giras por la interminable Australia. «Es una jodida autopista al infierno», contestó. El resto no precisa de explicación.

Los detalles que aportó el guitarra a continuación la hacen innecesaria. La imposibilidad de conciliar el sueño en un autobús, ambientes cargados por calcetines olororos, comidas indigestas, calores sofocantes… Para Young ése era el verdadero infierno que retrata su tema franquicia.

Para su compañero Bon Scott, vocalista de la banda, ‘Carretera al infierno’ es realmente un topónimo que hace referencia a una gran pendiente –denominada Canning Highway– que nacía junto a su taberna preferida, en Perth, donde nació. Allí se situaba también una intersección que era escenario de numerosos accidentes automovilísticos.

Los saltos de Scott sobre el escenario, cabalgando sobre los acordes de ‘Highway to hell’, son aún míticos. Fue su última grabación antes de que el 19 de febrero de 1980 apareciera muerto en el asiento trasero del automóvil de un amigo estacionado en Londres.

Sin embargo, al margen de las explicaciones de Young II o Scott, si nos convertimos en exploradores del trasfondo de ‘Autopista al infierno’, también podemos encontrar un alegato a la vida. Vivir es simplemente vivir, disfrutar de una existencia en la que, como decían los gladiadores romanos, «hay que comer y beber» porque quizá mañana no estemos aquí. Los miembros de AC/DC cumplen siempre este axioma, quizá sabedores de que lo que han hecho en el más acá ya ha determinado lo que les ocurrirá en el más allá. Si hay infierno, sin duda, es allí donde irán a parar.

Aunque parece claro que las raíces de la canción que hoy analizamos las debemos buscar en la cotidianidad, algunos imaginativos críticos musicales –siempre es más fácil inventar que investigar– vincularon al quinteto con sectas de adoradores de Satán e incluso quisieron encontrar en la portada del disco, en la que podemos ver a Angus Young con cuernos y cola demoniacos, una estampa devocionaria del señor del mal.

La idea fue inmediatamente adoptada por fanáticos ultrarreligiosos que obligaron a la banda a suspender algunos conciertos programados en Estados Unidos. Incluso se llegó a asegurar que AC/DC eran las siglas de ‘AntiChrist/Devil’s Children (AntiCristo/Hijos del diablo).

Otros ahondaron en el tópico de los excesos de las bandas de rock y leyeron entre líneas que AC/DC hacía referencia en su composición a alcohol, drogas, mujeres y otros ingredientes que, para algunos, componen la pócima que te encamina directamente hacia el ardiente abismo.

Lo realmente confirmado empíricamente es que esta composición logró ventas millonarias y que se ha convertido en un ingrediente imprescindible en cualquier lista de las mejores canciones del rock.

Escuchemos la canción, que nos conducirá directamente al infierno, un lugar que, si realmente existe, debe ser parecido a un gigantesco concierto de AC/DC.

LETRA

Vida fácil, vida libre,
billete de ida únicamente
no pido nada, déjame en paz,
cojo lo que necesito por el camino.
no necesito una razón,
no necesito una rima,
no es nada que yo no haría

Estoy en marcha,
es tiempo de fiesta,
mis amigos van a estar allí también
estoy en la autopista al infierno,
autopista al infierno

No hay señales de stop,
ni límite de velocidad,
nadie va a hacer
que aminore el paso
como una rueda girando,
nadie va a molestarme

Hey Satanás, pagué mis deudas
tocando en una banda de rock
hey mamá, mírame,
estoy en camino
a la tierra prometida

Estoy en la autopista al infierno
autopista al infierno (no me detengas)
y voy hacia abajo, hasta el fondo
estoy en la autopista al infierno

VERSIONES

En España el grupo gallego SINIESTRO TOTAL firmó un cóver titulado ‘Somos Siniestro Total’, con una letra que se utilizaba como presentación.

Contundente también la revisión que llevó a cabo en 2013 el dúo de violonchelo esloveno-croata 2CELLOS, formado por Luka Šulić y Stjepan Hauser.

La banda argentina LEMMY KILSMISTER and A.N.I.M.A.L. también ha incorporado este tema a su repertorio.

El veterano cantante estadounidense BILLY JOEL se atrevió con ‘Highway to hell’ en un concierto que ofreció en el USAirways Center de Phoenix en 2014.

‘Autopista al infierno’ ha aparecido en multitud de películas, series de televisión y anuncios publicitarios, conviertiéndose en parte de la cultura popular occidental. Como ejemplo, he aquí su inclusión en ‘LOS SIMPSONS’, Al final del episodio ‘Historias de la Biblia’, la familia entra al averno bajo los acordes de la canción de AC/DC.

Malcolm Young (guitarra), Angus Young (guitarra), Mark Evans (bajo), Phil Rudd (batería) y Bon Scott (voz) constituyeron la formación inicial de AC/DC. Se unieron en Sidney en 1973, aunque casi de inmediato se trasladaron a Melbourne, siguiendo los consejos de George Young, hermano de los dos guitarras, que había pertenecido a Eeasybats, una formación de pop con relativo éxito durante aquella época.

La familia Young, procedente de Escocia, se había establecido con sus padres en Australia al comienzo de la década anterior. Al contrario que George, Malcolm y Angus apostaron por el rock, concretamente por el heavy-metal. Sí aprovecharon la experiencia de su hermano mayor en cuanto a producción, pero su sonido nada tenía que ver con el que cultivaba éste. Eligieron el nombre de AC/DC (corriente continua, corriente alterna) al ver las siglas en la máquina de coser de su hermana y considerar que simbolizaba la energía y la potencia del grupo.

Tras conseguir rendir a crítica y público en su país gracias a sus poderosas actuaciones en directo, en 1976 el quinteto dio el salto a Gran Bretaña y triunfó pese a llegar a las islas en un período musical dominado por el punk. El carisma de Bon Scott derribó todas las barreras, aunque también influyó en ello el márketing diseñado por su casa discográfica, que acertó al presentarles como ‘escolares viciosos’. De ahí la imagen que presentaban con uniforme colegial londinense, sin que faltaran los mocasines, calcetines blancos y pantalones cortos.

AC/DC estaba a punto de conseguir el estatus de gran banda rock, sobre todo por el éxito de ‘Highway to hell’, cuando se produjo la trágica muerte de su vocalista, una de las míticas desapariciones del rock. ¿Intoxicación etílica, ahogamiento por su propio vómito?, la incógnita sigue alimentando el mito. Scott llegó a su destino después de su viaje por la autopista al infierno.

Pero el grupo australiano no sólo supo sobrevivir, sino que el siguiente disco fue el que más éxito ha tenido en su carrera. ‘Back in black’ (1980) vino a demostrar que la banda podía superar la pérdida de cualquiera de sus miembros y pervivir hasta que sus integrantes se aburran. Desde entonces han pasado 35 años y ahí siguen.

Tras más de cuatro décadas de existencia, AC/DC ha vendido alrededor de doscientos millones de álbumes y se ha erigido como un referente del género. Es más, contribuyó de forma decisiva en el resurgimiento del movimiento heavy en todo el mundo.

En la actualidad, tras diferentes cambios en su formación, goza de un merecidísimo prestigio y una excelente salud. Su miembro más carismático es Angus Young, uno de los guitarristas más peculiares del rock. Su longevidad no le ha impedido convertirse en un mito viviente del rock.

Canciones para escuchar a oscuras - Por Anje Ribera

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