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Anje Ribera

Música callada

Franco Simone – Solo se mi vuoi (Sólo si me quieres)

Esta canción será familiar para muy pocos lectores. Probablemente para casi ninguno, salvo que tengamos la suerte de contar entre nuestros seguidores a algún italiano. Entonces, ¿por qué ha llegado a este sitio? Simplemente porque en cierta ocasión penetró en mis oídos por casualidad y me enamoré de ella.

Esta dinámica no es nada habitual en este blog. Como tampoco es normal destacar una versión y no el original. Con ‘Solo se mi vuoi’ también se da esta circunstancia. La obra original, titulada ‘Hello’, fue creada por el genial cantautor estadounidense Lionel Richie, quien, tras abandonar su banda The Commodores, nos ofreció una serie de baladas irrepetibles.

Este tema se extendió por el mundo en 1984 de la mano de Richie. Dos décadas después, concretamente en 2003, llegó Simone para, a mi entender, mejorarlo. Quiso agrandar la sensibilidad de esta canción al interpretarla en un idioma tan romántico como el italiano. Sin duda lo consiguió al ofrecer una interpretación hermosa, únicamente adornada por un piano. Su voz hizo el resto.

Las dos versiones son maravillosas y la duda estriba en elegir una. He de confesar que en mi fuero interno me quedo con la de Franco Simone. Es una plasmación sinceramente perfecta de unos sentimientos. La melodía, dotada de arreglos delicados, es la misma que la de Richie, pero hasta suena diferente cuando nace en la garganta del cantautor transalpino. Más que palabras, de ella surge el sonido del alma.

Su letra también emana dulzura infinita. Es la evocación perfecta de un amor deseado, pero aún inalcanzable, sólo consumado en la mente. De un amor secreto y en la distancia, que hace que idolatre la imagen que tiene de ella. Pero ¿llegará ella a quererle? No lo sabremos nunca. Sin embargo, sospechamos que no. La canciones de desamor tradicionalmente acaban mal. Las conquistas de mujeres divinizadas siempre fracasan.

Esta balada, tan sencilla como efectiva, retrata como ninguna otra emociones y heridas a la vez. Sobre las alas de la sinceridad se deja la piel para transmitir una entrega absoluta. «Yo sólo existo si tú me quieres».

En Italia esta canción es ya un mito, incluso habitual en los coros religiosos, lógicamente con una letra litúrgica.

Estás siempre en mis pensamientos
y en mis sueños, miles de veces

Te beso, ¿sabes?
te veo por las calles, ¿a dónde vas?
a mí… ¿Es a mí a quién buscarás?

¡Lo que daría por un sí!
por una sonrisa de las tuyas
entre estos brazos vacíos
no quisiera otra cosa

Tú sabes siempre lo que dices,
y sabes siempre lo que haces…
mientras que yo sólo existo…
si tú me quieres…

Veo otra vez el sol entre tus cabellos,
un rayo los atravesaba…
y eran bellos

Si sientes latir mi corazón más fuerte,
a mí… ven a contármelo a mí
y me pregunto dónde estás…
me pregunto qué haces

¿Sabes lo que es la soledad o ya perteneces a otro?
Pídeme la Luna y las estrellas,
y te juro las tendrás
porque yo sólo existo…
si tú me quieres…

Si me quieres, sólo si me quieres…

VERSIONES

Para comparar conviene escuchar a Lionel Richie.

http://youtu.be/WLoJ-tyt4Mg

El veterano intérprete PINO SCAVO, también italiano, se atrevió asimismo con ‘Solo se mi vuoi’. Su puesta en escena se parece más a la de Richie. Para mí, sensiblemente inferior a la obra de Simone.

Su compatriota PAOLO FRANCESCO MARUCCI recorrió un camino más particular. Quizá le falta algo de voz.

ROSARIO CAPPELLO derrochó voluntad.

A MINO no le faltó sensibilidad. Su declinar es dulce.

FRANCO SIMONE nació cerca del mar, en el sur de Italia. Surgió romántico, como las olas, y pronto comprobó que el ingeniero en que sus padres querían que se convirtiera no era compatible con su alma sensible. Pero no se atrevió a dejar sus estudios y sus composiciones, en un principio, sólo tuvieron el objetivo de buscar un alivio a la presión de la Universidad de Roma, donde cursaba la carrera. Es en aquella época cuando ya fue bautizado como el ‘poeta con la guitarra’.

Fueron sus compañeros de residencia los que en 1972 le convencieron para que se presentara al festival de nuevos talentos que se celebraba en Castrocaro. Ganó. Entonces comenzó su carrera musical y se acabó la universitaria. Los premios se sucedieron y su presencia en San Remo, la cita anual de la canción italiana, era inevitable. Ocurrió en 1973, donde se proclamó vencedor moral con ‘Fiume grande’, que vendió miles y miles de copias en todas partes del mundo tras ser cantada en italiano, francés y castellano.

Los éxitos siguieron en cascada con ‘Tu… e così sia’, ‘Tentazione’, ‘Il cielo in una stanza’, ‘Il vecchio del carrozzone’, y, sobre todo, con ‘Respiro’, reconocida como una de las mejores canciones italianas de todos los tiempos pese a tocar el crudo tema de la droga.

Con una carrera que se extiende durante cuatro décadas y una discografía riquísima compuesta con canciones frescas y originales, Franco ha sabido navegar entre las borrascas que en la música melódica ha provocado siempre la llegada de nuevas tendencias. Y, por ello, aún hoy se mueve en una dimensión que le ha abierto nuevas e inesperadas perspectivas como la música clásica. Sobrevive más allá de las estaciones y de las modas, incluso interpretando en latín, inglés, francés o español. Y hasta en los dialectos sicilianos y salentinos. No hay duda de que seguirá. Siempre encontrará nuevas formas expresivas.

Canciones para escuchar a oscuras - Por Anje Ribera

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