Nuevo ejemplo de música nacida en Italia. La electrónica dominaba en 1985 en las radios y en las pistas de baile, y el grupo Baltimora, con su ‘Tarzan boy’ ejerció una dictadura de éxito durante ese año y el siguiente a ambos lados del Atlántico. Subió hasta lo más alto en los hit parade de Canadá, Bélgica, Holanda, España y Francia. En Estados Unidos no llegó tan arriba, pero gracias a su participación en un programa televisivo conducido por Dionne Warwick su repercusión fue elevada. En la actualidad, tras aparecer de forma habitual en las recopilaciones de eurodance publicadas desde entonces, esta canción es ya un clásico de los ochenta.
Además, ‘Tarzan boy’ –conocida popularmente como ‘Kiwi y melón’– ha sido constantemente objeto de diversos remixes (Ext dance vers, Ext dub rmx, Summer edit vers, Summer mix, 1993 rmx, etcétera– que la han mantenido en la actualidad. Era asimismo habitual en las bodas, en esos momentos que todos luego queremos olvidar en los que nos atamos las corbatas en la cabeza y formamos cadenas de ridiculez. También ha sido un himno gay desde que el líder de la banda anunciara su homosexualidad.
Todo gracias al talento del músico transalpino Maurizio Bassi. Él compuso el tema y también lo interpretó, aunque fuera el irlandés Jimmy McShane quien cedió su imagen sin que de su garganta saliera una sola nota. Por lo tanto, realmente era un actor. El secreto fue desvelado años después por el productor Tom Hooker. O sea, realmente fue otro caso Milli Vanilli o Fun Fun.
Pese a la superficialidad de los temas que se trataban en este tipo de composiciones, ‘Tarzan boy’ quiso salirse del carril y con una letra cargada de onomatopeyas trató de analizar la libertad individual. La metáfora era ‘el rey de la selva’, que campaba a su aire, de árbol en árbol –grito incluido como línea melódica en el coro–, sin que nadie le impusiera normas o contradijera.
El propio McShane dijo en su momento que la canción trataba de concienciar a sus fans sobre la importancia de «ser libre y hacer todo lo que quieres. No vivir apurados, estresados ni agobiados por la ciudad, sino disfrutar del mundo como si fuera una selva». Aquí, en la jungla de la civilización, esa filosofía la recomendaban los autores para tratar de buscar la felicidad. Su empeño era complicado, pero, al menos, su sintonía sí eleva el tono vital y alegra el corazón.
Sin embargo, hay quien interpretó que la invitación de un Tarzán solitario para unirse a su jungla era realmente una convocatoria a la homosexualidad. Pero el tema fue escrito por Bassi y Naimy Hackett, muy distantes de esa tendencia sexual. Lo cierto es que esta obra hoy aún suena bien, pese a su inocencia y a una cadencia pegajosa al combinar elementos de pop, dance y música electrónica. Su grito se convierte en un exhorto perpetuo a la nostalgia de los ochenta.
Toda esta filosofía quiso expresarse en un videoclip penoso, realizado con escasos medios técnicos y menos ideas. McShane aparece bailando y cantando, enmarcado en medio de una estética de cómic. Su atuendo, muy colorista, chirría en la actualidad, pero os aseguro que en aquella época iba a la moda. Su traje holgado en blanco y café era lo más de los ochenta. Mejor no hablamos de su maquillaje.
Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh
Vida en la jungla
estoy lejos de ninguna parte
A mi bola, como Tarzán
A escondidas sigo la corriente
mientras cruzo apresuradamente el bosque
travesuras en una tarde soleada
vida en la jungla
viviendo al aire libre
Los nativos golpean, eso continúa
brillo ardiente, un fuego, el golpe, la señal en el cielo
me siento y me pregunto si el mensaje llegaría a ti
Noche a noche, dame otra,
dame otra oportunidad por la noche
dame otra, dame otra
noche a noche
dame otro, dame otro mundo
Vida en la jungla
estarás lejos de todo
estarás bien
no echarás de menos el hogar
Arriésgate
deja todo detrás de ti
ven y únete a mí
no te arrepentirás
es fácil sobrevivir
Vida en la jungla
vivimos al aire libre
todos solos como Tarzán
a escondidas seguimos la corriente
mientras cruzamos aprisa el bosque
travesuras en una tarde soleada
Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh
VERSIONES
SORAYA ARNELAS, surgida del concurso ‘Operación Triunfo’, revisó este tema en su álbum de 2006 ‘Ochenta’s’.
En castellano la interpretó el grupo argentino de cumbia LOS CLASIQUEROS.
http://youtu.be/m1S25dYebGs
En el mundo de la PUBLICIDAD ‘Tarzan boy’ fue utilizado por Coca Cola para promocionar su producto Light.
Y también recurrió a esta canción el enjuague bucal Cool Mint Listerine.
En el cine formaba parte de la banda sonora de ‘TORTUGAS NINJA 3’.
A principio de 1984 el productor musical, compositor e intérprete Maurizio Bassi se lanzó a generar un nuevo proyecto musical bajo el nombre de BALTIMORA. Tenía ideas, buenos músicos –él (teclados y voz), Giorgio Cocilovo (guitarra principal), Claudio Bazzari (guitarra rítmica), Pier Michelatti (bajo) y Gabriele Melotti (batería)–, pero le faltaba una imagen refrescante. La encontró en Irlanda. Allí conoció a Jimmy McShane, trabajador del servicio de emergencias de la Cruz Roja conocido como Rubí por la comunidad gay de Derry.
McShane estaba dotado de una gran capacidad para el baile, pero no sabía cantar. No importaba. La audiencia de aquella época no se dio cuenta y el conjunto se puso en marcha con el nombre de Baltimora.
Ya su primer disco se subió a la ola del éxito y vendió miles de copias, sobre todo gracias al éxito del single ‘Tarzan boy’. De aquel LP –‘Living in the background’– también salió otro hit como ‘Woody boogie’, que también tuvo repercusión.
En 1987 Baltimora lanzó un nuevo álbum titulado ‘Survivor in love’, que pasó bastante desapercibido y fue el último de su carrera.
El 29 de marzo de 1995 McShane falleció víctima del virus del sida. Una placa conmemorativa le recuerda en el centro de Derry.
Para entonces Bassi ya trabajaba en nuevos proyectos. De hecho, en la actualidad es un compositor reconocido, con una carrera importantísima esculpida con temas para, por ejemplo, Eros Ramazzoti.