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Anje Ribera

Música callada

Doctor Deseo – Abrázame

A veces no hay que mirar muy lejos para encontrarnos con una canción genial. ‘Abrázame’ fue concebida allá por 2004 aquí mismo, en Bilbao, por el líder de Doctor Deseo, Francis Díez, hábil navegante en las aguas de la tristeza y el dolor. Los coros de Aiora Rentería hicieron de contrapeso a la profundidad que exhibe el líder y cantante.

No es una canción de amor, aunque son muchos los que se han declarado a sus amados / as con ella. La compuso en recuerdo de Marco Antonio, ex cantante de Tijuana in Blue y de Kojonprieto y los Huajolotes conocido como Eskroto o Gavilán. Se cuenta que la última vez que se encontraron el autor y el protagonista de la historia, este último le pidió «abrázame y no me digas nada». Al día siguiente se suicidó. Tenía 38 años. Un relato auténtico de la vida.

Era un sábado de noviembre de 2003. Era Pamplona. Fue el último concierto de Marco Antonio. Lo abrió con unos versos de Becquer: «¡Dios mío, Dios mío, qué solos se quedan los muertos!».

Eskroto buscaba la energía del tacto en un momento delicado. Buscaba simplemente sentirse mejor. Necesitaba estar protegido por el simple contacto de otro ser humano. Ya lo decían los Beatles en 1963 (When I’ll feel that something, I want to hold your hand – Cuando siento eso, quiero coger tu mano). Porque el contacto físico es una forma directa, honesta y amigable de comunicación.

Los abrazos valen de mucho y las palabras casi nada,

Cuando la copa de los sueños está vacía
y miles de abejas jugando
en las tripas me roban las noches

No me dejes solo que ahora soy tan pequeño
y cuando despierto de una pesadilla nada cambia
todo sigue igual

Abrázame, abrázame…
y no me digas nada
que esta tristeza no me abandona
y este miedo duele más

Abrázame, abrázame…
y no me digas nada
que esta tristeza no me abandona
y este miedo duele más
Abrázame, abrázame…

Como una noche de invierno en Noruega
un manto de escarcha,
un corazón desnudo, tortura de vida.
No me dejes solo que ahora soy tan pequeño
y cuando despierto de una pesadilla nada cambia
todo sigue igual

Abrázame, abrázame…
y no me digas nada
que esta tristeza no me abandona
y este miedo duele más
Abrázame, abrázame…

VERSIONES

En la sala SANTANA 27 de Bolueta Doctor Deseo ofreció una noche mágica. Lógicamente no faltó ‘Abrázame’.

DOCTOR DESEO se constituye en Bilbao durante los ochenta, una década muy agitada en la capital vizcaína por motivo de una crisis económica y de sistema industrial. Era el rock radical el que dominaba las tendencias musicales, pero la banda bebió poco de esta fuente de inspiración.

El quinteto aliña sus letras crudas y nada convencionales con sonidos que caminan por la acera del power pop, el rock, la música electrónica y hasta algo de folklore, con especial habilidad para firmar baladas. Es más, en aquella época se oía el lema de «No escuches a Doctor Deseo, pues te enamorarás».

Tras muchos años en los escenarios de los miembros fundadores sólo siguen Francis Díez (vocalista, guitarrista ocasional, compositor de la mayoría de los temas y alma matter del grupo) y Josi Jiménez (bajista y voz), a quienes se unieron más tarde Raúl Lomas (teclista), Txanpi (batería) y Aitor Agiriano (guitarra).

Alejados de los conceptos comerciales, la calidad de sus canciones se basa sobre todo en las letras, destinadas a versar sobre sexo, deseo y la realidad, con sus fobias y filias, pero sumergiéndose siempre en el mundo emocional de cada yo. Sus directos provocativos y salvajes hacen el resto pese a que muchas veces se han visto obligados a caminar en tierra de nadie. Ni pop ni rock, pero sí todo lo contrario.

Canciones para escuchar a oscuras - Por Anje Ribera

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