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Anje Ribera

Música callada

George Harrison – My sweet lord

Esta canción es imprescindible en cualquier lista musical y ‘Musica callada’ no puede eludir la responsabilidad de referirse a ella. ‘My sweet lord’ sirvió a George Harrison para reivindicarse como compositor fuera de The Beatles, donde su genio -salvo en ‘Something’- quedó totalmente eclipsado por las arrolladoras personalidades de John Lennon y Paul McCartney.

De hecho, tras la separación del cuarteto de Liverpool Harrison fue el primero en conseguir el éxito en solitario con ‘My sweet lord’, que salió en 1970 como primer sencillo del triple disco con el que el tercer beatle comenzó su andadura individual. De inmediato, logró ascender al número uno de las listas estadounidense y británica.

Es una composición preciosa, aparentemente profunda y dotada del sentimiento religioso que impregnó los últimos años de la carrera del mítico cuarteto tras sus contactos con el hinduismo. Aunque lo que realmente pretendía, según dijo Harrison, era mostrar sus ilusiones y sus miedos respecto a la muerte mediante la repetición de una oración que utilizan los Hare Krishna. Era fiel seguidor de esta secta y en 1973 dio como donación a sus miembros una mansión en la localidad inglesa de Letchmore Heath.

Entre las distintas versiones que Harrison hizo de ‘My sweet lord’ la más popular fue la que ofreció el 1 de agosto de 1971 dentro del concierto que él mismo y Ravi Shankar organizaron en el Madison Square Garden de Nueva York para recaudar fondos para los refugiados de Bangladesh.

Mi dulce Señor
Hm, mi Señor
Hm, mi Señor
Realmente quiero verte
Realmente quiero estar contigo
Realmente quiero verte Señor
Pero falta mucho tiempo, mi Señor
Mi dulce Señor
Hm, mi Señor
Hm, mi Señor
Realmente quiero conocerte
Realmente quiero ir contigo
Realmente quiero mostrarte, Señor
Que no falte mucho tiempo, mi Señor (Aleluya)
Mi dulce Señor (Aleluya)
Hm, mi Señor (Aleluya)
Mi dulce Señor (Aleluya)
Realmente quiero verte
Realmente quiero verte
Realmente quiero verte, Señor
Realmente quiero verte, Señor
Pero falta mucho tiempo, mi Señor (Aleluya)
Mi dulce Señor (Aleluya)
Hm, mi Señor (Aleluya)
Mi, mi, mi Señor (Aleluya)
Realmente quiero conocerte (Aleluya)
Realmente quiero ir contigo (Aleluya)
Realmente quiero mostrarte, Señor
Que no falte mucho tiempo, mi Señor (Aleluya)
Hmm (Aleluya)
Mi dulce Señor (Aleluya)
Mi, mi Señor (Aleluya)
Hm, mi Señor (Hare krisna)
Mi, mi, mi Señor (Hare krisna)
Oh hm, mi dulce Señor (Krisna, krisna)
Oh-uuh-uh (Hare hare)
Ahora, realmente quiero verte (Hare rama)
Realmente quiero ir contigo (Hare rama)
Realmente quiero verte, Señor
Pero falta mucho tiempo, Señor (Aleluya)
Hm, mi Señor (Aleluya)
Mi, mi, mi Señor (Hare krisna)
Mi dulce Señor (Hare krisna)
Mi dulce Señor (Krisna krisna)
Mi Señor (Hare hare)

‘My sweet lord’ se trata de un clásico virginal que, no obstante, no escapó de la polémica porque sus acordes se parecen mucho a una canción de The Chiffons. El autor de esta composición acudió a los tribunales y el juez encargado de dictaminar sobre este caso falló que podría tratarse un plagio subconsciente. El beatle silencioso admitió que era probable que de forma involuntaria en su mente recordara los temas de pop negro que, según dijo, The Beatles escuchaban constantemente. El magistrado creyó su versión y sólo le condenó a indemnizar al autor de ‘He’s so fine’.

Al parecer, George Harrison pidió años atrás a un amigo que le mostrara cómo se hacían canciones góspel y éste le puso como ejemplo el tema ‘He’s so fine’ de The Chiffons. Luego la mente, el subconsciente, le jugó una mala pasada. De cualquier manera, el resultado salió sublime.

Dos años después de la muerte de Harrison se realizó un concierto de tributo a su figura en la que participaron nada menos que Eric Clapton a la guitarra acústica, el hijo de George Harrison a la guitarra eléctrica, al piano Paul McCartney, en la primera batería Ringo Starr, en la segunda Phill Collins, en la segunda guitarra eléctrica Tom Petty y al órgano e interpretando la primera voz el increíble Billy Preston.

George Harrison era el tercer Beatle, el hombre silencioso al que no le gustaba la popularidad y que vivía cómodamente a la sombra de John Lennon y Paul McCartney. Nacido en Liverpool en 1943 y fallecido en Los Ángeles en 2001, su prestigio musical se forjó más fuera de The Beatles que dentro del cuarteto. Sus participaciones en el supergrupo Travelling Wilburys junto con músicos de la talla de Roy Orbison, Tom Petty, Jeff Lyne y Bob Dylan, o su carrera de productor cinematográfico en películas como ‘La vida de Brian’ del grupo Monty Python, demostraron que él también era un genio.

Se le criticó por hacer música experimental y no tocar temas de los Beatles, pero realmente siempre quiso escapar de su pasado y optó por abrir camino en la música electrónica. Incluso cuando cayó en la depresión después de que su mujer Pattie Boyd le dejara por Eric Clapton dio lo mejor en discos inolvidables. Falleció a causa de un cáncer pulmonar después de superar años antes otro de garganta.

Canciones para escuchar a oscuras - Por Anje Ribera

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