¡Y aunque no la tuviéramos!
No me siento yo capacitado para bajar un puerto delante de un ciclista profesional escapado y pedaleando a muerte por ganarse el prestigio propio y las lentejas de la familia.
Tampoco algún motorista de la Ertzaintza con largos años de experiencia y millones de kilómetros a su espalda. No es miedo: es sentido común; te la juegas tú, pero tu trabajo da seguridad al ciclista, al público… y conviene hacerlo bien.
Tenemos una policía envejecida, porque la generación de las primeras promociones cumple años al mismo tiempo, y la renovación se debería ir produciendo de forma escalonada, pero en tiempos de crisis parece que no hay dinero suficiente para policía, sanidad, txakolí y euskera al mismo tiempo (recuerdo ahora que se acaba de cerrar la campaña de la renta… para los que la pagamos, claro). De momento, tenemos un problema.
Ainhoa de las Heras nos lo cuenta en El Correo de hoy, miércoles 02.07.2014:
Denuncian que Seguridad obliga a ertzainas de 56 años a cubrir vueltas ciclistas en moto
Erne cree que existe un «riesgo importante» y recuerda a Recursos Humanos que debe velar por la seguridad de los agentes
:: A. H.
Bilbao. «Llevo más de 30 años de servicio, desde el 83, soy de la primera promoción, he cubierto muchas vueltas al País Vasco y cientos de pruebas ciclistas. Tengo 56 años y ya no estoy para bajar un puerto al límite delante de los ciclistas», protesta un agente de la Unidad de Tráfico de Bizkaia. El sindicato Erne denuncia que los responsables del Departamento de Seguridad están obligando a los ertzainas mayores de 56 años a montarse en la moto para cubrir vueltas ciclistas pese a estar incluidos en el Servicio Activo Modulado (SAM) por motivo de la edad. Según este programa, los ertzainas mayores no hacen guardias de noche ni «tomarán parte en los operativos planificados y en la cobertura de eventos en los que se prevea la posibilidad de alteraciones del orden público».
Después de su participación en la Emakumeen Bira, celebrada entre los días 12 y 15 de junio, un agente de 56 años remitió un escrito al ‘nagusi’ solicitando ser eximido de su participación en más pruebas ciclistas porque «no estoy seguro sobre la moto ni puedo dar seguridad a los demás». El responsable policial denegó la petición al entender que una vuelta ciclista no es un problema de orden público y le indicó que la decisión la tomará en cada caso el jefe de operaciones que esté al frente. «Así que tendré que cubrir vueltas ciclistas hasta que me jubile, no me puedo negar, me expedientarían», concluye el afectado.
Solo en su grupo de trabajo, otros tres compañeros se encuentran en la misma situación. Hace unos años sufrió un accidente cuando participaba como ertzaina en la Euskal Bizikleta, «se atravesó un coche delante de un compañero y salí por los aires». El hombre sufrió una lesión en una muñeca. La Unidad de Tráfico de Bizkaia es la que acumula un mayor número de agentes heridos y fallecidos en acto de servicio. Precisamente, uno de ellos, Toñín, murió hace diez años al sufrir un accidente cuando se dirigía con un compañero a participar en la Euskal Bizikleta.
Altas velocidades
Erne recuerda que este tipo de eventos deportivos, que están previstos desde primeros de año, suponen «un riesgo importante para los agentes, ya que se alcanzan velocidades altas, lo que requiere además de experiencia, reflejos». La central recuerda a la directora de Recursos Humanos del Departamento de Seguridad, a quien supuestamente consultó en este caso la jefatura de la Unidad de Tráfico, su responsabilidad a la hora de velar por la seguridad y la salud de los trabajadores de la Ertzaintza.
Los responsables alegan que los ertzainas de más edad tienen más experiencia y conocen bien los recorridos y las pruebas. Ellos sostienen que hay gente joven suficiente para montar en moto y que ellos podrían dedicarse a las labores habituales de control de carreteras. «Patrullar en moto aún puedo», afirma el agente. Asegura que «no hay ninguna otra Policía europea que obligue a hacer carreras a motoristas de 56 años». La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, por ejemplo, cuerpo que acompaña a la Vuelta Ciclista a España cada año, no impone a los guardias que tengan que subirse a la moto a partir de los 50 años. Erne también denuncia que, «por la falta de personal», tampoco se realizan los recorridos previos de seguridad antes de una carrera.