Recójanse restos tirados por ahí: una rueda de tractor por aquí, una tubería por allá… cuézase durante un año en algún pajar cercano, con herramientas de soldar y caja de herramientas, y gástese un dinerillo en lo que falta. Total: un monstruo que no pasa de los 40 por hora, pero que para los niños del pueblo tiene ser la bomba.
Abulajon, un yugur de la región china de Xinjiang, empleado en una planta de tratamiento de aguas residuales, comprueba el funcionamiento de su máquina: 2,4 metros de altura x 4,3 de longitud. Casi como los retrovisores (¿era necesario que fueran tan grandes?).Y esos ruedines… Lástima de ingenio.