Quien haya pasado antes por aquí sabrá de mi devoción por las Triumph y por Cate Blanchett, a la que vimos de paquete con Brad Pitt sobre una preciosa Blue Thunderbird en El curioso caso de Benjamin Button, del que hablamos hace tiempo .
Últimamente se ha visto por ahí esta imagen motera de la actriz, entre café-racer y no sé muy bien qué, con unos flecos un tanto extraños, pero bueno, para gustos hay colores. A mí hasta con flecos me gusta, me recuerda a Dennis Hopper en Easy Rider. No tiene nada que ver con la estética de las que pierden aceite -con perdón, quería decir de las que marcan su territorio-.
Perdón, perdón, es pura envidia: me encantan las Triumph, siempre me han encantado y -junto a alguna Norton- son las motos más bonitas que existen… pero algunos la usamos todos los días y francamente, no me veo yo dejándola aparcada bajo la lluvia de Bilbao… tanto hierro… (perdón de nuevo). Y tanto trabajo para ponerse guapo, a la altura de la moto… que si casco así, que si playeras asá, el pañuelo, cuero… Me voy a comprar una Harley, que da menos trabajo ponerse a tono: sota, caballo y rey.
Nada no me hagáis ni caso, pura envidia cochina… Qué guapas…