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Mauricio Martín

Motobloj

Motos eléctricas ¿ya?

En los últimos días se ha presentado en sociedad el Plan Movele , con el ministro Sebastián a la cabeza y los alcaldes de Madrid, Barcelona y Sevilla como corifeos. Se enmarca la iniciativa dentro de la política económica “sostenible” del Gobierno (¿?).

En fin, yo a lo mío.

Pasamos de los coches y nos vamos a las motos. Sí, el Plan Movele también toca a las motos, y hay unos cuantos modelos homologados , todos ellos sólo eléctricos excepto la híbrida MP3, de la que ya hemos comentado algo. Vamos a ver… Tenemos varias que no conoce ni su padre, la Vectrix, que es la decana del grupo, y la MP3 Hybrid.

Dejando los dos pesos pesados aparte, a mí me ha hecho gracia una de monte, la Quantya Track :

¡Qué bien! Por el campo, oyendo el viento, los pajaritos, sin hacer más ruido que ruedas y amortiguadores… Pero empiezas a mirar y ves que te da para 3 ó 4 horas ó 100 km en el mejor de los casos y yendo a paso de tortuga; no sé si la medición estará hecha sobre llano y asfalto para poner la guinda. Y me digo yo: ¿Si pillas cuestas, das un poquitín de caña y te pierdes? Porque en línea 50 km es bastante pero p’arriba p’abajo, por aquí no hay paso, espera que llego, etc… búscate un enchufe a 10 km de poblado. Y luego espérate tres horas para cargar un 70-80%.

Hace un par de años ví aparcada en la calle en Berlín una scooter muy grandota y rara, con pegatinas de empresa de alquiler y un tablero de mandos muy extraño. Me puse a mirar por ahí a la vuelta y me descargué el manual, sus cálculos de rentabilidad frente a una de motor de explosión… Me llamó mucho la atención el sistema de frenado y la marcha atrás invirtiendo el giro del acelerador. Las prestaciones parecían majas, pero como siempre con las eléctricas, las pegas: escasa autonomía y necesidad de plaza de garaje con enchufe. Aparte del sobreprecio que hay que pagar.

En la última semana L. Font ha estado publicando en Moto22 su prueba de una Vectrix . La moto está capada en potencia para permitir su conducción como si fuera de 125cc -ya sabéis, convalidación para los cocheros conversos y demás. Anda muy bien, sale perfecta de semáforos -parece que esa es una de las virtudes de las híbridas y eléctricas-, pero puedes acabar con los nervios destrozados de mirar cómo baja la carga de la batería si das alguna vuelta imprevista para algún recado. El Plan Movele la subvenciona con 1200 € de los 7405 que cuesta sin IVA.

Y luego está la híbrida, la MP3 Hybrid -es que no hay más de momento- de la que alabamos en su momento sus virtudes de ciclo . Aunque a efectos administrativos es como una 125, el chute eléctrico la convierte de facto en una 250 para el arranque en semáforo y la travesía. Por cierto, bien necesaria esa ayuda de potencia, porque arrastra 30 kilos más que la convencional, que ya es pesadita de por sí.

Y si la convencional no era barata, ésta exige militancia ecológica (40 g. de emisiones, 50 menos que la convencional, en modo híbrido) y bolsillo potente: 9000 € se le suponen, aunque Piaggio todavía no lo dice (tampoco declara su peso en el site, supongo que para no asustar).

Pero bueno, con la MP3 cubres todo:

60 km por litro (2/3 en híbrido y 1/3 eléctrico), se recarga en enchufe y con el movimiento y frenados, con lo que dejas de agobiarte, y siempre habrá gasolineras si no hay nada pinchable.

Si tu ayuntamiento decide cerrar el centro al tráfico -como ya está sucediendo por Europa desde que empezó Londres-, puedes pasar en modo eléctrico sin problemas.

Y puedes acogerte a las ayudas del Plan Movele, que te aligerará 750 € de los 9000.

En fin, los ayuntamientos de Madrid, Barcelona y Sevilla se compromenten a poner más puntos de enchufe para vehículos eléctricos, pero salvo quien tenga garaje particular, es decir, que viva en chalet o adosado con garaje en la carretera de La Coruña madrileña y curre en alguna zona tipo Castellana, Tres Cantos, parque tecnológico o similar -donde seguro que se pone algún centro de recarga- y teniendo en cuenta que no te vas poder poner a más de 100 por las limitaciones de muchos de los vehículos (lo que puede ser sumamente peligroso), no parece que la iniciativa vaya muy en serio. Si acaso para flotas de reparto.

Y si tuviera éxito, imagináos los problemas para pillar sitio para recargar fuera de casa, a tres o cuatro horas la sesión diaria.

Aquí, en Bilbao, podría imaginarse para la gente de Getxo que curra en Bilbao o Zamudio (ni siquiera Vitoria), y la limitación de velocidad coincidiría con la legal en las circunvalaciones, pero parece que nuestros ayuntamientos no se lo han planteado aún.

Pues eso, si os sobra el dinero y tenéis conciencia ecológica y no os asustan los problemas de los pioneros, al ataque.

Vamos a tomarlo como una primera iniciativa, de poco calado francamente, pero bueno… por algo hay que empezar.

Pero mientras las baterías den tan poca autonomía, la recarga sea tan lenta, las motos limpias sean tan caras, los cocheros tan agresivos y no vivamos en los suburbia americanos… señor Miguel Sebastián, ministro de Industria y demás, ni con las mejores intenciones -y juro que yo las tengo- le veo futuro a esta primera iniciativa.

Ahora que si empezamos por cerrar los centros urbanos al tráfico, eso ya sería otra cosa. Me arrepiento según lo estoy diciendo… ¿Y si cerramos el centro a los vehículos de cuatro ruedas que no sean eléctricos? Total, las motos caben en cualquier lado, molestan poco y contaminan menos.

Por Mauricio Martín

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La vida en moto

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