Hace unos días se estrenó en España “El curioso caso de Benjamin Button“, a partir de un relato de F. Scott Fitzgerald. Este fin de semana probablemente vaya a verla; no sólo porque Brad Pitt me parezca mejor actor que chico guapo, ni porque yo -y él- estemos enamorados de Cate Blanchett y hoy sea el día de San Valentín, ni porque la historia sea original, etc… también iré a verla para disfrutar de las dos motos que saca: una roja -una preciosa Indian-, y otra azul -una Triumph Thunderbird-.
Blue Thunderbird, ummm….
Y red Indian, yeah…
No le habrá importado al bueno de Brad rodar unas cuantas escenas sobre ellas, estoy pensando incluso si no se las habrá quedado -si es que no eran de su colección-. Que sepáis que es motero y que come de todo. Aquí le vemos paseando con su señora por las calles de Ho Chi Minh City (Vietnam), en un descanso del rodaje:
Brad Pitt and Angelina Jolie spent Thanksgiving, Thursday, Nov. 23, 2006 cruising on a motorbike while touring Ho Chi Minh City, Vietnam. Prior to arriving in Vietnam, the couple made a surprise visit to Cambodia where they visited a former Khmer Rouge death camp, now a genocide museum. Jolie has an adopted son from Cambodia, 5-year-old Maddox. ( AP Photo)
Brad Pitt and Angelina Jolie leave a restaurant on motorcycle in Ho Chi Minh City Thursday, Nov. 23, 2006. The couple spent Thanksgiving cruising around the southern Vietnamese city. (AP Photo/Le Quang Nhat)
Pero no sólo cuando viaja se mueve en moto: le descubrimos de esta guisa en una página de cotilleos:
Y aunque sea de hace unos años, aquí le vemos con una Bonnie reducida a lo esencial -algunos lectores/as lo apreciarán-:
Y finalmente, ya que estamos hoy amorosos, y por supuesto no hemos hecho ningún regalo, que somos unos descastados, una amiga (gracias, Ana) me sugiere que si os dáis prisa aún llegáis a la tienda a pillar estos cascos superfashion que ha sacado NZI para vuestro/a partenaire:
Feliz San Valentín, chicos, y feliz peli (Un poco blandengue, pero no siempre tenemos que ser chicos malos los moteros, ya veremos un día de dónde arranca esa leyenda, ¡tiembla Marlon -sobre tu Triumph-!)