En estos tiempos, los entrenadores de los grupos deportivos son figuras esenciales para su funcionamiento y, también, para entender sus éxitos y fracasos desde el exterior. Tan importantes son los entrenadores que, en muchos deportes, su nombre ya sustituye a la denominación original del grupo deportivo y, a poco que uno esté al tanto, ya sabe a que se refiere quien así nombra a una organización. Así, todos saben que el equipo de Mourinho es el Real Madrid, el de Guardiola es, era, el Barça, y el de Bielsa es el Athletic. Y lo que dice un entrenador, por ejemplo después de un partido, es básico, y casi único, para entender el resultado de ese encuentro. O sea, para entender el éxito o el fracaso de todo el grupo. Es más, de lo que diga y de cómo lo diga va a depender cómo afronte el equipo los acontecimientos futuros.

Lo habitual es que sea en las ruedas de prensa antes y después de los partidos cuando el entrenador de fútbol dé sus explicaciones sobre la marcha del equipo. Para encontrar las pautas de esas explicaciones así como su relación con el triunfo o la derrota, la categoría en que milita el equipo y el momento de la temporada, Francisco José Ortín y su grupo de la Universidad de Murcia, han analizado las ruedas de prensa de los entrenadores de los equipos de fútbol de primera y segunda división durante la temporada 2008-2009.

En total, analizan 4366 frases extraídas de 1218 entrevistas concedidas en 29 jornadas de las dos divisiones. Proceden de 62 entrenadores con una media de 70.41 frases por cada uno de ellos. Más o menos, la mitad de las declaraciones son de los entrenadores de primera y la otra mitad de los de segunda; también son la mitad después de jugar en casa y la mitad después de jugar fuera; y, aproximadamente, un 35% después de ganar, un 35% después de perder, y el restante 30% tras el empate. Los autores toman los textos de las páginas web de periódicos de tirada nacional, regional y local (las del entrenador del Athletic vienen de elcorreodigital.com).

Los autores clasifican las declaraciones según tres dimensiones: permanencia, en permanente o circunstancial (por ejemplo, permanente es “no podemos depender de los ausentes”, y circunstancial es “creo que el rival mereció la victoria”); amplitud, en universal o específico (así, universal es “no podemos depender de los ausentes”, y específico es “no hemos estado brillantes en la segunda parte”); y personalización, en interna o externa (interna es “al final de la temporada es cuando se evalúa todo”, y externa es “creo que el rival mereció la victoria”).

Pues bien, después de analizar las más de 4000 frases, los autores ven que, en cuanto a permanencia,  el 94.3% de las declaraciones son circunstanciales, dedicadas a un partido en concreto, y son así en primera y en segunda, en casa o fuera y sea cual sea el resultado. Lo permanente fluctúa entre el 4.5% y el 6,5%. Muy poco, es evidente.

En cuanto a la amplitud, como media, el 75% de las declaraciones son específicas, tratan de algún hecho concreto y, es curioso, no son iguales en primera (93.9%) y en segunda (52.4%). Es decir, las declaraciones de los entrenadores son más específicas, tratan de hechos más concretos en primera que en segunda.

Y para la personalización, las declaraciones hablan de hechos o causas externas e internas casi mitad y mitad, aunque las externas dominan ligeramente (entre el 46% y el 56%) sobre las internas (entre el 43% y el 54%).

Si agrupamos las frases analizadas por las tres características de cada una de las dimensiones, vemos que más de la mitad de los entrenadores de los equipos de fútbol de las dos divisiones hacen declaraciones circunstanciales (sólo hablan de lo inmediato), específicas (sobre hechos concretos y sin generalizar) y externas (los hechos y causas son ajenos).

*Ortín, F.J. y 3 colaboradores. 2012. Estilos explicativos de los entrenadores de fútbol profesional en el análisis de la competición deportiva. Anales de Psicología 28: 233-239.