La reforma laboral, tan de actualidad, son palabras mágicas que provocan reacciones, a menudo íntimas, pero siempre instantáneas. Para los trabajadores, reforma laboral es incertidumbre, temporalidad, inseguridad, siempre sinónimos de futuro inestable. Es obvio esperar que el trabajador reaccione a la inseguridad, a la posibilidad real de perder el empleo, con determinadas conductas. Y Beatriz Sora Miana y su grupo, de la Universitat Oberta de Catalunya, han investigado estas respuestas.

Han tratado con 321 voluntarios que pertenecen el 51.4% a trabajadores de un hospital, el 25.7% a empresas de distribución comercial y el 22.9% son administrativos de agencias de empleo temporal. El 66% son trabajadores fijos. El 74.3% son mujeres y la edad media es de 32.3 años.

Los datos que los investigadores manejan son el tipo de contrato, el tipo de trabajo (manual, oficina, profesionales), la inseguridad en el trabajo, la satisfacción vital, la satisfacción en el trabajo, la eficacia autopercibida en el trabajo, y el compromiso con la empresa (“estoy satisfecho de pertenecer a esta empresa”, “mi trabajo contribuye a su funcionamiento”, “no cambiaría de empresa”, “estoy orgulloso de mi empresa”,…).

El análisis de estos datos revela que la inseguridad en el trabajo está ligada a la insatisfacción vital y, en concreto, en el trabajo a un menor compromiso con la empresa. En cambio, el trabajador no percibe que su propio trabajo sea menos eficaz.

Así, a mayor inseguridad, menos satisfacción vital y menos satisfacción en el trabajo. Además, a mayor inseguridad, menor es el compromiso con la empresa.

*Sora Miana, B. y 3 colaboradores. 2011. Consequences of job insecurity and the moderator role of occupational group. Spanish Journal of Psychology 14: 820-831.