Los deportes atraen a las masas, se afirma con rotundidad. Desde los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia o los circos romanos con sus carreras de cuádrigas o las luchas de gladiadores hasta los actuales espectáculos deportivos con audiencias planetarias multiplicadas por los medios de comunicación, los deportes ejercen una fuerte y peculiar fascinación sobre nosotros. Hay quien dice que parte de esa atracción se sustenta en el suspense de cualquier actividad deportiva. A priori, no se sabe, no se debe saber, quién lo hará bien y quién fracasará, en definitiva, quién vencerá. Y entre los aficionados al deporte están los que destacan por su pasión por el propio deporte o, como es habitual, por alguno de los contendientes. Son los hinchas o forofos (hincha es un término que procede de Uruguay, en concreto, del equipo de fútbol del Nacional de Montevideo cuyo hinchador de balones era un fanático de su equipo, se le llamaba el hincha y, por extensión, la denominación se extendió a todos los aficionados; forofo, en cambio, no se sabe de donde procede).

El comportamiento de estos hinchas ha sido estudiado por Sylvia Knobloch-Westerwick y sus colegas de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus, a partir de los aficionados de dos equipos universitarios de fútbol americano que mantienen una antigua rivalidad. Los voluntarios son 113 estudiantes y de ellos, 65 están matriculados en la Universidad Estatal de Michigan, 40 en la Universidad Estatal de Ohio y los 8 restantes en la Universidad de Michigan. De los 113, la mitad son hinchas de la Estatal de Ohio, un tercio de la Estatal de Michigan al resto les da igual quien gane. Son mujeres el 61% y la media de edad de los voluntarios es de 21 años. El equipo de la Estatal de Ohio es el primero del grupo y, si gana a la Estatal de Michigan, que es la segunda, pasará a los campeonatos nacionales.

Los investigadores piden a los voluntarios, que ven el partido por televisión, que rellenen un cuestionario rápido en Internet cada vez que haya una interrupción para publicidad. Hay 24 cortes y los hinchas opinan sobre lo emocionante que es el partido y cómo se sienten con lo que están viendo.

Como era de esperar, canto más hincha se es de un equipo, más emocionante es le partido. Los de Ohio ganaron, pero el resultado estuvo muy apretado. El partido finalizó 42-39, con un final dramático. Los de Ohio dominaron el primer tiempo, pero Michigan reaccionó en el segundo tiempo y estuvo a punto de dar la vuelta al marcador.

Los hinchas de Ohio, que se veían ganadores, sufren cuando Michigan se acerca, pero cuando finalmente triunfan, es cuando sienten la máxima emoción, más incluso que los hinchas de Michigan cuando se acercan en el marcador. Es máxima la emoción tras del suspense, el miedo y, casi, la desesperación de la posible derrota. En fin, que un partido fácil no emociona y satisface más a los hinchas el pasarlo si, claro está, al final se triunfa. O, dicho de otra manera, las emociones negativas son lo que atrae a los hinchas a los espectáculos deportivos. Son necesarias para disfrutar de la victoria. Si llega la victoria.

*Knobloch-Westerwick, S. y 4 colaboradores. 2009. Sports spectators’ suspense: Affect and uncertainty in sports entertainment. Journal of Communication 59: 750-767.