>

Blogs

Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Alimentos sanos

A menudo, los consumidores cambian de opinión sobre determinados productos simplemente por los cambios en los términos en que se describen en la etiqueta o en la publicidad. Un ejemplo claro son los alimentos genéticamente modificados, que en muchas personas provocan rechazo, pero, si se explica que la modificación genética es para resistir a las plagas de insectos, lo que implica, a su vez, un menor uso de insecticidas, entonces tiene más aceptación. Un estudio basado en estos cambios de términos es el que han publicado Nadezha Novotorova y Michael Mazzocco, del Colegio Augustana de Rock Island, en Estados Unidos.

Los autores desarrollan dos cuestionarios que incluye la descripción de una manzana cultivada en el entorno de los voluntarios que participan en el estudio. Además, la manzana es resistente a los insectos por modificación genético lo que implica, como decía antes, un menor uso de pesticidas. A continuación de estas explicaciones, los cuestionarios piden que se puntúe la manzana pero aquí los autores incluyen una variante: en una de ellas la manzana se define como “con impacto ambiental reducido”, por el bajo uso de pesticidas, y en la otra la manzana se dice que es “modificada genéticamente”. La manzana es la misma y la descripción de su producción es exactamente igual. Responden al primer cuestionario 192 voluntarios y al segundo 191. Y la puntuación de la manzana “con impacto ambiental reducido” es mayor que la manzana “modificada genéticamente”; la primera, de1 a10, tiene una media de 7.81 y la segunda se queda en 6.89. Es el poder de las palabras y lo que ellas evocan en nosotros; en este caso, prevención ante la manipulación de la ciencia o alivio porque se evita dañar el ambiente. Aunque sea la misma manzana.

Algo parecido ocurre, ahora desde el punto de vista nutricional de los alimentos, con la diferencia que se establece entre los cultivos o la ganadería tradicional o convencional y los que llevan los adjetivos “orgánico” o “Verde” o los prefijos “bio” o “eco”. Alan Dangour y su grupo, dela Escuelade Higiene y Medicina Tropical de Londres, han demostrado que, en cuanto a contenido en nutrientes, no hay diferencia entre alimentos convencionales y alimentos orgánicos.

Hacen un meta-análisis (un análisis de trabajos ya publicados) de artículos sobre este tema publicados entre 1958 y 2008, y seleccionan 162 según los criterios de calidad que han marcado. Se centran en 11 categorías que describen el estado nutricional de los alimentos en plantas: nitrógeno, vitamina C, compuestos fenólicos, magnesio, calcio, fósforo, potasio, zinc, sólidos solubles, cobre y acidez. En 8 de estas categorías no hay diferencia entre los alimentos convencionales y los orgánicos. Tienen más nitrógeno los convencionales y más fósforo y acidez los orgánicos. En el ganado no hay ninguna diferencia.

 

*Dangour, A.D. y 5 colaboradores. 2009. Nutritional quality of organic foods: a systematic review. American Journal of Clinical Nutrition 90: 680-685.

*Novotorova, N.K. & M.A. Mazzocco. 2009. The impact of product attribute wording on consumer acceptance of biotechnology applications in produce. Journal of Food Distribution Research 40: 91-104.

Temas

Por Eduardo Angulo

Sobre el autor

Buscar


enero 2012
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031