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Eduardo Angulo Pinedo

La biología estupenda

Romance

En su trabajo sobre el amor romántico, Bianca Acevedo y Arthur Aron, de la Universidad Stony Brook, comienzan con el conocido aforismo de Oscar Wilde que dice que Uno siempre debe estar siempre enamorado, y por esa razón uno nunca debe casarse. Es exactamente esto lo que estudian Acevedo y Aron, ¿acaso una larga relación mata el amor romántico? Pues, segun sus conclusiones, no es así y el amor romántico sobrevive a una larga relación. Claro está que diferencian entre el amor romántico, que conlleva intensidad, compromiso e interés sexual, y el amor apasionado que es todo lo anterior más un componente obsesivo muy evidente. Este amor romántico existe en las relaciones largas y se asocia con la satisfacción de la pareja, el bienestar y una alta autoestima. El estudio analiza 25 trabajos ya publicados, con un total de 6070 personas, sobre relaciones largas y cortas y clasifica las relaciones como románticas, apasionadas y de amor con amistad. La revisión de estos trabajos revela que el amor romántico, sin el componente obsesivo, está muy relacionado con una relación satisfecha. Por otra parte, el componente obsesivo, el amor apasionado, se relaciona positivamente con las relaciones cortas y negativamente con las relaciones largas. Y el amor con amistad es la meta a la que llega el amor romántico sin componente obsesivo, aunque no es necesario llegar a esa meta; es más, este amor en compañía da menos satisfaciión que una relación larga que incluye el amor romántico.

En resumen, el amor romántico no es el amor apasionado, obsesivo, y mientras aquel puede ser parte de una relación larga y llegar a la relación plena de satisfacción, el segundo se relaciona más con las relaciones cortas y un final más cercano. En el amor apasionado hay demasiadas incertidumbres y ansiedad que llevan a un aumento del estrés y a la insatisfacción y un final anunciado de la relación.

Y uno se puede preguntar, con la sana intención de no cometer un error y seguir lo que quizá sabiamente aconseja Oscar Wilde, ¿hay alguna manera de saber si una relación va mal? ¿algo que se pueda ver fácil, por ejemplo, en un análisis de sangre? Quién lo iba a pensar pero, en un trabajo reciente, Shelley Taylor y su grupo, de la Universidad de California en Los Angeles, nos aseguran que la presencia de elevados niveles de oxitocina en sangre en mujeres y de vasopresina en hombres es un biomarcador de una relación que no va bien. Ambos compuestos son péptidos (proteínas con pocos aminoácidos) secretados por la neurohipófisis y se relacionan con las relaciones sociales (maternales, de pareja, amor romántico,…). Queda por fijar la concentración que salga con asterisco y en negrita en nuestro próximo análisis de sangre.

*Acevedo, B.P. & A. Aron. 2009. Does a long-term relationship kill romantic love? Review of General Psychology 13: 59-65.

*Taylor, S.E., S. Saphire-Bernstein & T.E. Seeman. 2009. Are plasma oxytocin in women and plasma vasopressin in men biomarkers of distressed pair-bond relationships? Psychological Science online doi:10.1177/0956797609356507

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Por Eduardo Angulo

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