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IÑAKI CERRAJERIA

La ilustración

El corrector de atonías

 

Mobiliario urbano por Ángel Resa

El vitoriano Pablo Zulaica libra en México una cruzada incruenta a favor de las tildes

El vitoriano Pablo Zulaica (1982) se mueve por la capital mexicana cargado de razones tipográficas. Un héroe, un rebelde con causa sobrada en estos tiempos donde los mensajes de móvil, el lenguaje sincopado y las patadas a la espinilla del dicionario han transformado el idioma en un guiñapo sanguinolento. El personal, de todas las edades aunque con inclinación juvenil, se toma la ortografía como una pelmada superflua. Mucha gente piensa que la sintaxis es un problema nocturno cuando no encuentra un coche blanco con luz verde en la parada.
Formado como reportero y publicitario por Navarra, este culo inquieto alavés con trenzas rastafaris parió eslóganes en Argentina y Barcelona antes de instalarse hace cuatro años en el Distrito Federal, una macrourbe que de puro grande apenas permite ver el horizonte. Allí se le ocurrió en 2009 la cruzada cívica -nada de templarios o simbiosis pretéritas entre los poderes militar y eclesiástico- de abrir una bitácora que ha derribado fronteras. Ya se conocía la inutilidad de poner puertas al campo, incluso antes de que Internet tumbase muros como los alemanes hicieron en Berlín a golpes de voluntad colectiva. Así que su idea de corregir cada tilde secuestrada mediante trocitos de cartulina en los rótulos públicos cuenta ya con adeptos en más países hispanoamericanos. ‘Acentos perdidos’ se ha fermentado en apenas dos años como un himno de respeto a las letras.
Su botín no es el apellido de un banquero ‘top’, como diría Mourinho, ni la avariciosa acumulación de divisas. Se resume en un saco repleto de tildes para curar la atonía. Pablo interviene en las cantinas que calman la sed sin reparar en los acentos extraviados, en las vallas publicitarias que olvidan las esdrújulas y convierten en llanos términos que son agudos, en las bocas de metro que desvirtúan los nombres verdaderos de barrios y distritos. Hay gente desalmada que reparte leña como panes; él rinde tributo a la ortografía y educa a pie de calle sin más armas que el cartón, como un grafitero contenido. Cuando no consigue elevarse hasta letreros sujetos a pisos altos se fotografía con la tilde en la mano y el edificio al fondo. Y que la perspectiva cumpla su función mediante esas líneas de fuga que ‘a los de letras’ nos parece un misterio.
Zulaica comenzó la labor didáctica en el DF, pero su tarea de enfermero linguístico en cuidados intensivos pronto trascendió puestos fronterizos. Cuenta con seguidores en Argentina, Perú, Venezuela, Colombia, Costa Rica, Nueva York y España. Una especie de legión idiomática que envía imágenes ‘desfacedoras’ de entuertos a este quijote tipográfico. Además de publicista y plumilla, el vitoriano se define como fotógrafo y, sobre todo, corrector. Busca conversos a la causa de la ortografía, abandonada por los feligreses como ocurre con la desbandada de las iglesias a cargo de la chavalería.
Me imagino el revuelto en las tripas de Pablo cuando nada menos que García Márquez abogó en el congreso internacional de Zacatecas por simplificar el idioma. El Nobel colombiano subió al estrado con un cargamento de dinamita para socavar gramática, sintaxis y ortografía. De haberle hecho caso, a su famoso coronel no habría realmente quien le escribiera. Y el corrector vitoriano no se resigna a semejante demolición, con acento gráfico en la ‘o’. Lo propongo, sin autoridad moral que me avale, para ocupar el sillón ‘tilde mayúscula’ en la Academia de la Lengua. Y después de esta solicitud inútil bajo con esdrújula velocidad (rápidamente) a la tienda. Quiero comprar cartulina, tijera y cello para echarme a la calle en busca de rótulos amputados, para ejercer esa tarea suya que ya se nos podía haber ocurrido a otros. Y, de paso, recorto un signo de exclamación inicial -con el punto arriba- y lo coloco antes de la ‘V’ de Vitoria-Gasteiz! que la proclama como la reina europea del color verde.

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acento, tilde

La actualidad en una sonrisa. Por Iñaki Cerrajería

Sobre el autor

La intención de este blog es recopilar mi trabajo diario en las páginas de EL CORREO. Caricaturas de escritores y otros personajes, las elecciones vascas con humor, páginas especiales, planas sobre fiestas de Vitoria-Gasteiz, San Prudencio, San Juan del Monte,... El fútbol con las jornadas del Deportivo Alavés, recreaciones de juicios, las ilustraciones para artículos y por supuesto, las tiras diarias de las ediciones de Álava y los domingos de Bizkaia y Miranda de Ebro. Desde todos estos espacios podéis acceder a las noticias, datos adjuntos y participar de forma activa añadiendo vuestros comentarios e ideas. Asimismo, encontrareis en las secciones del blog distintos trabajos que han sido publicados en años anteriores y que poco a poco voy añadiendo. Espero que sonriáis un poco navegando en este espacio.

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