>

Blogs

Oskar Belategui

Gran Cinema

“Hollywood me pedía que metiera más violencia”

PARK CHAN-WOOK  DIRECTOR DE CINE

 

El reputado cineasta coreano salta a la Meca del Cine con “Stoker”, el filme que inauguró el Festival de Cine Fantástico de Bilbao

 

 

Bilbao vivió ests sábado la parafernalia de los “junkets” de cine, las presentaciones de películas que las grandes distribuidoras celebran siempre en Madrid y -cada vez menos- Barcelona. Pocas veces se ha visto una rueda de prensa tan concurrida en la capital vizcaína por una película. Y es que Fox había traído a periodistas de toda España a la “premiere” de “Stoker”, el filme inaugural del FANT. El “talent” (estrella) al que los fans daban pósters para que los firmara era su director, Park Chan-wook.
El cineasta más reputado que ha pisado el certamen bilbaíno en sus 19 años de historia ha dado el salto de Seúl a Hollywood con “Stoker”, un “thriller” maravillosamente rodado, elegante, sutil, perturbador, que se estrena el próximo viernes con Nicole Kidman como reclamo. Que nadie espere la violencia desaforada de la cinta que le puso en el mapa, “Oldboy”, donde el protagonista se zampaba un pulpo vivo mientras los tentáculos se le adherían al rostro y exterminaba a una veintena de esbirros a martillazos en un inolvidable “travelling”.

“Stoker” dibuja un morboso triángulo formado por una viuda (Nicole Kidman) que acaba de sufrir la muerte de su marido en accidente, su reservada hija de 18 años India (Mia Wasikowska) y el atractivo tío de la pequeña (Matthew Goode), que aparece por sorpresa el día del funeral y se queda en la casa para seducir a ambas. Chan-wook no ha hecho concesiones a Hollywood. No estamos ante la típica cinta de suspense con caserón de puertas que crujen y sustos. Si “Vértigo” fue la película que animó al coreano a dedicarse al cine, “Stoker” le ha salido su obra más hitchcockiana.

«”Vértigo” marcó un momento determinante en mi vida», reconoce el director. «En mis películas no me gusta hacer referencias concretas, guiños, a mis cineasta favoritos. En el caso de Hitchcock, su influencia es natural, porque él representa todo un género. Si hago “thrillers”, no puedo escapar de su sombra». Chan-wook le puso como modelo a Matthew Goode para su inquietante tío Charlie a Anthony Perkins en “Psicosis”. Como ha hecho al adaptar novelas y mangas japoneses, reescribió el guion firmado curiosamente por Wentworth Miller, más conocido por su papel protagonista en “Prison Break”.

Park Chan-wook sigue sin hablar una palabra de inglés (rodó en Estados Unidos con un intérprete personal). Licenciado en Filosofía, excrítico de cine y capaz de ganar el Oso de Oro en Berlín con un corto rodado con un iPhone, el autor de “Soy un cyborg” se mostraba ayer cansado del largo viaje desde Seúl, aunque tenía planificado pasar unos días entre nosotros. Se interesó por las playas, los restaurantes con estrellas Michelín, las bodegas de La Rioja y hasta llevaba anotado un concierto de la Sinfónica de Bilbao.
Su experiencia americana la despachaba con cortesía no exenta de ironía. «Se hacen muchas bromas sobre Hollywood y se pinta a los ejecutivos como seres estúpidos. Yo lo que he conocido en Fox son gente inteligente que ama el cine». A la inevitable pregunta de cómo es trabajar con Nicole Kidman también responde diplomático. «Antes de dirigirla para mí existían dos clases de actores: los que hablan coreano y los que no. Ahora solo distingo entre buenos y malos. Había oído rumores de que Nicole era una estrella arrogante, difícil de tratar. Se sacrificó en el rodaje y jamás estuvo por encima de nadie».

– Su filme se llama “Stoker” pero no salen vampiros. ¿O sí?
– Metafóricamente es una película de vampiros. Por ejemplo, al tío Charlie no le vemos comer en toda la película. Deja el plato intacto, es como si no pudiera comer alimento humano. Y la piel de la chica manchada de sangre remite a la marca de los colmillos.
– La película habla de la maldad innata de algunos seres humanos, que anida en su interior.
– Sí. Esa semilla está puesta, pero no siempre florece. Hay que regarla, debe darle el sol… El personaje de India porta esa semilla, y si no apareciera el tío Charlie a lo mejor nunca estallaba.

– ¿Ha tenido que rebajar la violencia habitual en su cine al trabajar en Hollywood?
– No. Si en “Stoker” hay menos violencia que en mis películas anteriores ha sido por decisión mía. En concreto, en la escena del asesinato de la tía de India en la cabina de teléfono, mi intención inicial era mostrar solo cómo Charlie se quita el cinturón para estrangularla. Y el estudio quería que mostrara todo el estrangulamiento, más violencia. Fox Searchlight me contrató porque le gustaban mis películas anteriores, no querían diluir mis rasgos autorales.


– ¿Ha disfrutado entonces de la misma libertad que en Corea?
– No puedo afirmar que la misma. Al trabajar para un estudio tienes que estar todo el tiempo dando explicaciones, me preguntaban el porqué de todo. Esa es la diferencia con Corea, donde no tengo que estar justificándome todo el tiempo. Claro que la discusión siempre es constructiva, ¿no?

– Siempre se ha negado a rodar “remakes” de sus obras, pero en Estados Unidos se preparan tres: “Oldboy”, “Lady Vengeance” y “Simpathy for Mr. Vengeance”.
– Es obvio que tengo mucha curiosidad. Espero que sean diferentes a mis películas… Sobre todo “Oldboy”, que está a punto de estrenarse. Estoy deseando saber cómo la ha interpretado Spike Lee.

– ¿Cómo se vive en su país la amenaza bélica de sus vecinos del norte?
– Los coreanos no nos preocupamos mucho por las fanfarronadas de Corea del Norte. Si usted fuera coreano le pasaría lo mismo, la vida sigue igual. Las amenazas han sido continuas a lo largo de los años, nada ha cambiado. ¿Provocar una guerra? ¡Bah!

– En Occidente nos divierte mucho Kim Jong-un…
– A nosotros también, je, je. Es la tercera generación de la familia Kim. Y cada vez son más graciosos.

– Empezó como crítico de cine. ¿Era muy duro?
– Mi caso es especial. Hay críticos que después se convierten en directores, como Truffaut. Yo empecé como director, pero no me podía ganar el pan. Y lo completaba escribiendo críticas. No era muy cruel. No quería poner mal a los productores y distribuidores que después podrían llevar mis películas, ser mis futuros inversores. Si no me gustaba la película, no escribía sobre ella. Solo hablaba de lo que me gustaba.

– ¿Y el cine de Hollywood qué le parecía?
– Lo importante de una película no es que sea o no “mainstream”. Puse muy bien el “Batman” de Tim Burton y “Robocop” de Paul Verhoeven.

– A usted no le gusta recargar la simbología de sus filmes para evitar interpretaciones pretenciosas.
– Cuando ruedo me esfuerzo porque la película tenga una simbología, ofrezca metáforas. Pero no me gusta hablar de esos significados, explicarlos. Yo espero que cada espectador la interprete a su manera. Y aunque no haya entendido esa simbología, no tiene por qué pensar que no ha entendido la película.

 

“Siempre recomiendo dudar de los personajes”

Hollywood cada vez mira más a Asia y menos a Europa. “Iron Man 3” ha amasado en un solo día 21 millones de dólares batiendo todos los récords. No es de extrañar que el cine americano lance las redes a los realizadores orientales más prestigiosos, como Wong Kar-wai, Jee-woon Kim y Park Chan-wook, que firmó en su día la película más taquillera del cine coreano, “Joint Security Area”. La venganza ha sido hasta la fecha el “leit motiv” de su obra, a la que dedicó la trilogía compuesta por “Sympathy for Mr. Vengeance”, “Oldboy” y “Lady Vengeance”. De las tres prepara el cine americano sus respectivos “remakes”.
«El público suele confiar en los personajes, identificarse con sus comportamientos y con lo que dicen. Yo siempre recomiendo dudar de los personajes», alecciona el cineasta coreano, que sigue fiel a su poderoso estilo visual. El autor de “Soy un cyborg” parece rodar con tiralíneas, atento a cada elemento de la puesta en escena. Su reflexión sobre la importancia del sonido en “Stoker” es toda una lección de cine. «Yo suelo decir que lo visual pertenece a la conciencia y lo sonoro al inconsciente. Los espectadores puede comentar “¡qué bonita fotografía!”. A mí me interesa más ese sonido de fondo de dos personas calladas en una habitación…».

 

Un cuento gótico de iniciación al sexo y la muerte

Solo los títulos de crédito de “Stoker” poseen más capacidad de sugerencia que el 99% del cine de terror que exporta Holly wood. La elegancia con la que rueda Park Chan-wook está a años luz del efectismo de la mayoría de realizadores del género, ajenos a la atmósfera que el coreano logra imprimir a este cuento gótico.
Los ecos de “Alicia en el país de las maravillas”, “La sombra de una duda” y hasta “Psicosis” reverberan en las imágenes de una historia de iniciación al sexo y la muerte. “Stoker” se rodó en los bosques de Nash ville, pero la ambientación apuesta por la atemporalidad: el escalofriante tío Charlie viste tan elegante como el Cary Grant de “Encadenados”…
La familia como transmisora de la enfermedad moral, la herencia del mal que anida en nuestro interior esperando que alguien la germine, y el salto a la edad adulta como ceremonia de sangre son algunos de los múltiples temas que trata un manierista ejercicio de suspense que saca provecho de sus intérpretes. Por cierto, todos extranjeros en Estados Unidos, como el realizador.
Nicole Kidman deambula por la cinta sin guardar demasiado luto con ese rostro como de cera que se le ha quedado tras demasiadas inyec ciones de bótox. Todo el peso interpretativo recae en Mia Wasikowska, la Alicia de Tim Burton, capaz de reflejar el paso de la incertidumbre y fragilidad de la adolescencia a la fortaleza de la perversidad.

 

(Entrevista publicada en el diario EL CORREO el 4 de mayo de 2013).

 

 

Por Oskar Belategui

Sobre el autor

Archivos


mayo 2013
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031