Los viejos rockeros nunca mueren. Ese dicho popular también puede aplicarse a los videojuegos. Y si no que se lo digan a Capcom , que ha sacado del baúl de los recuerdos a una de las sagas de lucha más famosas de todos los tiempos. Como muchos habrán adivinado, se trata de Street Fighter y sus múltiples fans están de enhorabuena. Se acaba de lanzar la cuarta entrega especialmente diseñada para las consolas de nueva generación. Eso sí, que no se preocupen los más conservadores, porque, pese a utilizar gráficos tridimensionales, el aspecto visual sigue siendo un reflejo fiel de aquellas primeras versiones que hicieron furor en las máquinas recreativas de los años 90. Algo muy difícil de lograr ya que todo parecería indicar que la compañía nipona había enterrado definitivamente a Ryu y compañía. Pero contra todo pronóstico, y gracias a la visión de uno de sus directivos llamado Yoshinori Ono, se anunció el proyecto de lanzar una entrega para los jugones del siglo XXI. Una forma como cualquier otra de acercarse a los más jóvenes que no conocieron los inicios de la leyenda forjada a base de hadokens.
Como suele ser tradicional, todos los luchadores deberán enfrentarse entre sí antes de vérselas con el malo malísimo de turno, llamado Seth. Al parecer, su intención es convertirse en un ser invencible absorbiendo los golpes especiales de sus adversarios. Nuestra misión es derrotarle antes de que se convierta en el amo del mundo. Además, tenemos a nuestra disposición las modalidades clásicas como arcade o combate contra un segundo jugador ‘in situ’ u ‘online’ a través de los servicios interactivos de Microsoft y Sony . A éstas se le añaden contrarreloj, supervivencia o, simplemente, entrenamiento. Lo más curioso es que Capcom ha anunciado que en el futuro se añadirían más posibilidades, como torneos, en forma de descarga, esperemos, gratuita. No es así, por ejemplo, cuando se trata de vestir a los personajes con un ropaje distinto al que viene de serie. Cada traje cuesta un euro. Una cosa es que los servicios online vayan a ser la fuente de negocios del futuro y otra cosa es aprovecharse de la mitomanía ajena. Eso sí, muchos de ellos son, sencillamente, espectaculares y otros de lo más graciosos como el ‘kit’ de explorador para Blanka.
Y a destacar también la ‘intro’ que nos presenta los 25 luchadores del juego, donde nos encontraremos a viejos conocidos como Ryu, Ken, Guile, Chun-Li, Vega y otros muchos más procedentes de distintas entregas y algún que otro debutante como el motero Rufus o la peligrosamente bella Crimson Viper. Su calidad visual y ritmo es, sencillamente, brutal, al igual que los vídeos típicamente mangas que van apareciendo a medida que el argumento avanza y, nunca mejor dicho, a golpes. En definitiva, un juego que es capaz de aunar tradición con nuevas tecnologías para crear la mejor entrega de la saga. Y eso, tratándose de Street Fighter, era algo muy, muy difícil. A este paso, nuestros nietos seguirán pasándoselo bomba con los hadokens de toda la vida. Como sus abuelos.