Cada cierto tiempo, más o menos cada solsticio de invierno, nacen juegos que te dejan sin palabras. Juegos mágicos, cargados de un gran lirismo y que te convencen de que estamos ante lo que se podría llamar el octavo arte. Ese es el caso de Fable 2, la última maravilla creada por ese genio llamado Peter Molyneux y que ha aparecido recientemente para Xbox
Pero vayamos por partes. Para los que todavía no hayan oído hablar de Fable 2, decir que se trata de un juego ambientado en el mundo mágico de Albion. Es como estar dentro de un cuento de los hermanos Grimm, pero con la ventaja de tratarse de una historia interactiva. De esta forma, tendremos que elegir si encarnamos a un fornido hombretón o a una valiente dama nada más empezar la partida. Toda una declaración de intenciones. Eso sí, la trama será la misma para ambos casos. Deberemos vengar la muerte de nuestra hermana, asesinada por un señor feudal, y buscar a tres héroes casi mitológicos. Casi nada. Para ello, y como no podía ser de otra forma, tendremos que explorar a fondo este reino de fantasía y perdernos por sus extensos bosques, sus anchas praderas y populas ciudades, acompañados por nuestro amigo más fiel: un perro al que salvamos la vida al principio del juego.
Alguien podría pensar que nos encontramos a un RPG clásico. Nada de eso. El punto fuerte de Fable 2 es la libertad. Libertad para hacer lo que queramos, como en la vida real. Así, el juego nos dará la posibilidad de asentarnos, casarnos y formar una familia en un tranquilo poblado dejando aparcados nuestros deseos de venganza. O centrarnos en esa sed de justicia, convirtiéndonos en un asesino a sueldo con muy malas pulgas gracias a un intuitivo y eficaz sistema de combate. Son pequeñas decisiones que tendremos que tomar cada cierto tiempo y que irán modelando a nuestro personaje como si fuese de arcilla. Como es natural, las múltiples y variadas misiones secundarias, algunas de ellas no obligatorias, serán vitales en este proceso que casi podríamos llamar de autoconocimiento. A cambio de cumplirlas con éxito, nuestro personaje irá amasando una pequeña fortuna, imprescindible para llevar a cabo nuestros planes para tomarnos la revancha.
Al tratarse de una consola de última generación, Fable 2 cuenta con gráficos de una gran calidad en su intento de plasmar escenarios propios de un cuento de hadas y que cambian a medida que pasan las horas como sucede en la vida real, con sus impactantes efectos de luz. De esta forma, el detalle de las formas y su gran colorido provocan que no nos cansemos de explorar nuevos territorios y conocer a nuevos personajes, bastante bien modelados, para ver lo que Molyneux nos tiene preparado. También hay que hacer mención especial al apartado sonoro, ya que el juego está magistralmente doblado al castellano por conocidas voces de actores expertos en estas lides. Por si fuera poco, dispone de un buen modo online que permitirá a otros jugadores participar en nuestra historia, una historia altamente rejugable y que, como sucedía con la obra de Michael Ende, es interminable.