Dion Lunadon es un neozelandés conocido, sobre todo, en su calidad de bajista de los neoyorquinos A Place To Bury Strangers, uno de los grupos que mejor representan en nuestros días la eterna alianza de rock y ruido. Con eso quiero decir que tienden a lo ensordecedor, porque a la alianza de marras solo le veo sentido cuando uno sube el volumen a diez y utiliza la distorsión como una máquina de crear monstruos. Pues bien, A Place To Bury Strangers hicieron un alto en su constante girar, pero el bajista no supo controlar la inercia y tuvo que buscarse algún quehacer de circunstancias: de aquel parón de sus compañeros surgieron los temas de su primer álbum en solitario, que también se llama Dion Lunadon y se edita hoy mismo, aunque lleva un montón de meses colgado en internet. De hecho, nuestro Com/Broke ya salió en sencillo a principios del año pasado, hace tanto tiempo que ni siquiera sé si se puede llamar adelanto.
Dice Dion que escribió este nuevo repertorio en una especie de «impulso neurótico», y desde luego algo de esa neurosis se ha transmitido al material, que combina el talante estruendoso de su banda madre con una orientación más garajera, de rock and roll enloquecido. Nuestro hombre, que también tocó en los neozelandeses The D4, se niega a dulcificarse con la edad, y precisamente de eso va Com/Broke: «La mayoría de la gente se suaviza, pero yo no quiero eso. Yo quiero crear música que sea todavía más fea y más real».