El año pasado, cuando Biznaga tocaron en la planta superior del Kafe Antzokia, me sorprendió la cantidad de veinteañeros que había entre el público: me he ido acostumbrando a que la mayoría de los conciertos de rock concentren a una afición ya talludita, pero es que además las referencias del grupo madrileño me parecen muy propias de mi generación, cuarentona y un poco nostálgica. Y me vuelve a pasar con esta nueva canción, segundo adelanto de su segundo álbum, que redunda en una peculiaridad de esta banda: su sonido funde dos estilos que solemos contemplar como si estuviesen alejados, pero que en realidad (y Biznaga lo demuestran) son vecinos y de vez en cuando se abrazan en el descansillo. Me refiero al siniestrismo de la Movida (a mí, el bajo de este tema me suena muy pegamoide, y en las oscuridades del grupo suele latir el corazón negro de Parálisis Permanente) y el punk al estilo del RRV (que da filo a sus guitarras, su voz y su actitud). ¡Si hasta hay algo en Una ciudad cualquiera que me hace acordarme de Barricada! Pero no hagan caso, serán tonterías de viejillo.
El álbum, de inquietante portada y titulado Sentido del espectáculo, lo edita internacionalmente Slovenly Records, nada menos. Y, escuchando este mazazo de canción, no me extraña.