Me ha pasado dos veces, así que algo significará. Ya ha ocurrido en dos ocasiones que me engancho más de lo normal a un disco de una banda que desconozco, me pongo a investigar quiénes son y descubro que se trata de una ramificación de The Marked Men, grupo texano al que he oído lo justo, pero que evidentemente se merece que le preste más atención. Primero me sucedió con Mind Spiders, proyecto paralelo del cantante y guitarrista Mark Ryan que tuvo por aquí su canción de la semana: Inhumanistic, su álbum de hace dos años, me sigue pareciendo un discazo. Y ahora me veo en una situación similar con Radioactivity, cuarteto encabezado por el otro cantante y guitarrista de The Marked Men, Jeff Burke, y del que también forma parte Mark Ryan.
En su segundo álbum, Silent Kill, estos señores redondean un estilo impetuoso, entre el punk y el garaje, pero con un sentido de la austeridad y la concesión que a veces me hace pensar en Wire. La mayoría de las canciones ni siquiera alcanzan la frontera de los dos minutos y medio, pero, contrariando mis tendencias instintivas, les he seleccionado una de las más largas, que además cierra el disco: esta Pretty Girl de tres minutos que, cada vez que la escucho, me trae un eco de otra de mis bandas favoritas, los Buzzcocks.