Vaya himno generacional, o degeneracional, se ha cascado el señor Cabezafuego como adelanto de su debut en solitario. A Cabezafuego es muy probable que lo hayan visto alguna vez, a poco que frecuenten los conciertos, porque su encendida cabellera y sus habilidades vocales y multiinstrumentales han formado o forman parte de bandas como Atom Rhumba, Mermaid, Basque Country Pharaons, Bizardunak, Los Separatistas o Jugos Lixiviados (aunque, bueno, tampoco sé si hubo tantas posibilidades de ver en directo a los Jugos). Pues bien, ahora el músico navarro vuela solo y, a modo de aperitivo del disco, presenta esta gloriosa Resaca de un bohemio, autorretrato con dolor de cabeza de un tipo que acaba de cumplir los 40 y se debate entre el orgullo del irreductible y la confusión del inadaptado. Ya me dirán los más viejos de la sala si se reconocen en algo, aunque a lo mejor conviene esperar al último verso para hacerse una idea de conjunto.