Dos brutalidades yanquis | Evadidos - Blog elcorreo.com >

Blogs

Evadidos

Dos brutalidades yanquis

 

Más allá de las canciones de la semana, no suelo recomendar muchas novedades discográficas por aquí. Y me he dado cuenta de que, por alguna razón desconocida, las cosas que me lanzo a compartir suelen ser bastante extremas: o se mueven lenta y calladamente hasta acercarse a la quietud y el silencio (ahí tienen los casos relativamente recientes de Hildur Guðnadóttir y Leyland Kirby) o son más bien un esputo ruidoso salido de gargantas atormentadas. Pues bien, ejem, hoy toca lo segundo.

Andaba con ganas de traer por aquí el disco de American, uno de esos grupos a los que su propio sello califica de «misteriosos», porque no tocan en directo, graban en casa y por su cuenta y se prodigan poco por los medios. Se sabe, en fin, que son un dúo, que proceden de Virginia y que, como afirma la discográfica en plan grandilocuente, su música «te absorbe en un vacío de aniquilación completa y odio sin adulterar, que deja tu alma arrasada y sin ninguna voluntad de vivir». ¡Casi na! En realidad, a mí su bronca de metal extremo y punk desmadrado me parece la mar de estimulante, sobre todo en esta tonadilla. Sigan, sigan, que debajo del reproductor hay más.

 

 

Ya que estamos chapoteando en estos pozos de angustia, quería mencionar otra brutalidad estadounidense que no conocía hasta hace unos días, aunque lo mismo han estado tocando alguna vez por aquí, porque son nómadas del directo que encajarían muy bien en algunos locales de la zona. Después de lo anterior, tal vez suenen más convencionales, pero a mí me han conquistado a base de salvajismo creíble y actitud sin concesiones: Punch son los de la foto de arriba, un quinteto californiano encabezado por la vocalista Meghan O’Neil que, en su tercer álbum, se ventila quince canciones en diecinueve minutos de alucinante pavor hardcore. Les pongo la primera canción, porque creo que así, a poco que se despisten, el reproductor les irá llevando a lo largo de su urgente repertorio. Es un desayuno sonoro ideal para acabar de despertarse.

 

Por Carlos Benito

Sobre el autor

Periodista de El Correo. Nací en Logroño, estudié en Pamplona, vivo y trabajo en Bilbao.


septiembre 2014
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930