A lo mejor deberíamos ponernos serios y analizar los méritos políticos de Joko Jokowi Widodo, el ganador de las elecciones presidenciales de Indonesia, ese hombre de 53 años nacido en los suburbios que ha protagonizado una carrera meteórica: de alcalde de Surakarta, a gobernador de Yakarta, a presidente. Pero qué le vamos a hacer, no estamos al tanto de las entretelas indonesias y, además, hay otro dato que nos tiene maravillados: el bueno de Jokowi es un fanático del heavy metal, al que se puede ver en fotos con camisetas de Napalm Death o Lamb Of God. El año pasado, Metallica le regalaron un bajo firmado por Robert Trujillo, aunque el político lo tuvo que devolver, porque la legislación del país asiático interpretaba el obsequio como un soborno.
«El rock es mi pasión», ha dicho el señor presidente, una frase que nos sigue sorprendiendo en esta tierra de políticos anacrónicos y aburridos. Su victoria electoral ha sido saludada con entusiasmo por uno de sus ídolos, Randy Blythe, el vocalista de Lamb Of God: «Increíblemente, damas y caballeros, el nuevo presidente de Indonesia es un metalhead -ha escrito-. Es el único presidente del mundo con el que te puedes sentar para discutir cuál es el mejor disco de Slayer. Ojalá el presi me llevase a una cumbre diplomático-surfera en Bali. A lo mejor hasta puedo conseguir estatus de embajador».