Ahora que vamos despacio, vamos a contar enlaces: ya saben que de vez en cuando recopilo por aquí las cositas que voy publicando en el módulo de ocio, esa elegante columna negra con fotos luminosas que aparece todas las tardes en la portada de la edición digital de El Correo. La mayoría son previas de conciertos, que a ver qué diablos les importan a ustedes a estas alturas, pero siempre se cuelan otros asuntos más intemporales, a veces sin relación con la música.
Desde la última cosecha, ha aparecido el sónico Lee Ranaldo, los mil conciertos de Los Suaves, la primavera indie de Basauri, las peripecias del cráneo de Mozart (en la foto) y otros restos de ilustres, la alegría de empinar la bota, el siempre singular Donovan, los bigotes y la cerveza de Graveyard, los tatuajes y demás intimidades de Rihanna, un montón de metaleros opinando sobre Iron Maiden, lo que escuchamos los vascos en Spotify, el flamenco de cámara de Las Migas, el pasado heavy de Alejandro Sanz, el trece de Black Sabbath, las guitarras que echan humo del Kristonfest, el regalo del Andoaingo Rock Jaialdia, los conciertos para niños en Bilbao, la genética fadista de Carminho, el empacho de festivales veraniegos, la conexión yanqui-camboyana de Dengue Fever, el Txapel Reggae que se acabó suspendiendo, la alianza de Marky Ramone y Andrew WK, la voz poderosa de Dana Fuchs y los conciertos de la Aste Nagusia, con perdón. Añadan a eso tres recopilaciones mensuales de noticias fósiles de 1913, con caballos muertos en plena calle, revólveres requisados y bañistas en traje de Adán, y tendrán una bonita ración de lectura desactualizada.