Me he dado cuenta de que hacía mucho tiempo que no escuchábamos por aquí una canción folkie de contenido necrófilo, así que me dispongo a remediar esta lamentable carencia. En fin, se puede argumentar que No Death es más bien un tema de amor más allá de la muerte, ese motivo imperecedero de la literatura, pero aquí el polvo enamorado de Quevedo se pone sexualmente literal, porque la cosa está descrita en unos términos físicos que rozan lo horripilante. «Mi chica tiene la cara hinchada, / rígidas las largas extremidades, / sus ojos son dos pozos negros», empieza la letra, y luego evoluciona hasta «ella responde a mi beso / con una lengua podrida», y también «muevo las caderas, / dentro de ella estoy en casa, / seguiré amándola / hasta que el tuétano de los huesos se seque». Bueno, creo que es suficiente, aquí tienen la letra completa en inglés.
La autora e intérprete es Mirel Wagner, una chica con nombre que despista: el apellido viene de un bisabuelo alemán, pero ella nació en Etiopía y se ha criado en Espoo, al sur de Finlandia. Este No Death (el estribillo dice algo así como «ninguna muerte puede separarnos») sirvió de sencillo de presentación para su primer álbum, editado a finales del año pasado. Se llama como ella y es un compendio de canciones sobrias hasta la desnudez, obsesivas y… muy bellas, caramba.