Habrá pocas cosas menos modernas que colgar una canción de los 80, firmada por Mike Oldfield y en la que, para colmo, canta Jon Anderson, el inconfundible vocalista de Yes. Y, sin embargo, estos días muchos jovencitos andan buscándola por YouTube y similares, porque Kanye West ha sampleado en uno de sus temas ese agudo “could we get much higher” que abre el estribillo. A mí, In High Places me trae muchos recuerdos: ya he contado por aquí mil veces que Crises, editado por Mike Oldfield en 1983, fue el primer disco que me compré. Y, como es lógico cuando se posee una discoteca de un solo disco, se convirtió en uno de los álbumes que más veces he oído en mi vida. Eso hace que no pueda valorar sus canciones de forma desapasionada: a lo mejor In High Places, tercer corte del álbum, es una muestra particularmente odiosa de lo que ocurre cuando el rock progresivo degenera en pop dulzón, agravada por esos sonidos de la tecnología punta ochentera, pero para mí sigue teniendo la misma magia de entonces. En realidad, creo que incluso sin esa coartada sentimental me seguiría pareciendo mucho mejor que cantidad de cosas que nos venden hoy como interesantes. Incluido, por supuesto, lo que ha hecho con ella Kanye West.