Lo confieso, no he seguido con demasiado interés las elecciones estadounidenses. Quizá por eso no me había enterado hasta leerlo hace un momento en Boing Boing de que los resultados suponen el retorno a la escena de Jerry Brown, que fue gobernador de California entre 1975 y 1983 y ahora, casi tres décadas después, ha recuperado el puesto. No me he vuelto loco, ni quiero convertir Evadidos en un foro de reflexión política: lo que ocurre es que el demócrata Jerry Brown, a su manera, también es una figura importante en nuestro pequeño ámbito cultural, en su calidad de protagonista de una de las canciones punk más relevantes de todos los tiempos. «Soy el gobiernador Jerry Brown, mi aura sonríe y nunca frunce el ceño, pronto seré presidente», empieza la letra de California Über Alles, primer sencillo de los Dead Kennedys, editado en 1979.
La canción, con ese aire de pasodoble y marcha militar en los pasajes más lentos, retrataba una suerte de totalitarismo hippy en el que «tus hijos meditarán en la escuela», «fascistas zen te controlarán» y habrá campos de concentración con duchas de «gas orgánico». Ya saben que a Jello Biafra, el jefe de los kennedys, le gusta llevar las cosas al extremo, aunque después se arrepintió un poco de haber arremetido hasta ese punto contra Jerry: «Los que vinieron después de él lo hicieron parecer bueno», ha declarado. Seguro que en muchos hogares de California ha sonado hoy esta canción mientras fumaban una sustancia que, después de la votación de ayer, sigue siendo ilegal.