En la prensa generalista española, las noticias relacionadas con el pop o el rock suelen brillar por su ausencia, si exceptuamos las referentes a Madonna, U2, Lady Gaga o alguna otra de esas estrellas hipertrofiadas que suenan vagamente conocidas a los redactores jefe. En cambio, uno echa un vistazo a la prensa británica y saca material para varios posts. El tema de la semana, quizá lo hayan leído ya por ahí, es la entrevista del Guardian en la que Morrissey se refiere a los chinos como «subespecie» por el trato que brindan a los animales. Recordemos que estamos hablando de un tipo que se largó del escenario en un festival porque le llegaba el olor a «carne quemada» de algún puesto de comida. También vemos que Peter Saville, el diseñador de Factory Records, ha creado una camiseta para la selección británica de fútbol en la que un montón de crucecitas, inspiradas por la de San Jorge pero de distintos colores, trata de reflejar la diversidad cultural del país.
Pero la noticia que más me ha gustado viene de los Proms, el ciclo de música clásica: en el estreno de Hammered Out, una pieza del compositor Mark-Anthony Turnage, buena parte de la audiencia se quedó bastante pasmada porque lo que oían les recordaba mucho a Single Ladies, de Beyoncé. La semejanza es relativa, como pueden apreciar en el vídeo de abajo, pero ya se han hecho hasta mash-ups. Otros espectadores, claro, ni se inmutaron, porque seguramente no sabrán siquiera quién es esa Beyoncé. «Sonaba como gospel para una gran orquesta -dice el crítico del Sunday Telegraph- y, aunque no estoy familiarizado con la música de Beyoncé, la obra ciertamente tenía un estribillo muy pegadizo».