Se carcajeaba un lector de mi decisión de incluir el Back To Black de Amy Winehouse entre los mejores discos de la década, y me alegro de haber proporcionado tan buen rato a un fan del soul auténtico y genuino, pero me reafirmo de manera explícita: me parece uno de los mejores discos de la década, incluso de varias décadas. La gran incógnita está en qué será capaz de hacer la Winehouse ahora, porque existen muchas posibilidades de que, además de dilapidar su salud y su recién estrenada fortuna, haya arruinado también su talento y su voz. El Daily Star contaba esta semana que la tía se ha pulido nueve millones de libras en un año, y ya se pueden imaginar que no las ha invertido en construirse un solárium y un gimnasio casero: visualicen todas las sustancias recreativas que se pueden comprar con unos cuantos milloncejos y dense cuenta de qué poco espacio debe de quedar en su cerebro para gestionar adecuadamente su carrera.
En cualquier caso, la BBC nos daba hoy la buena noticia de que Amy editará su tercer álbum el año que viene. O, por lo menos, eso espera uno de los presidentes de la compañía Island, Darcus Beese, que incluso ha escuchado ya las versiones en maqueta de dos canciones: “Me han dejado anonadado”, ha dicho, en una valoración que no acaba de resultar del todo tranquilizadora. Este sábado, Amy reaparecerá en televisión como corista de su ahijada de 13 años, Dionne Bromfield, así que será un buen momento para ver qué queda realmente de ella.
Actualizado el 12 de octubre. Bueno, a Amy no se la oyó mucho, pero la niña lo hizo muy bien. Voy a colgarles el vídeo, qué caramba.