Si leyeron el post de los monos del otro día, a lo mejor piensan que me estoy volviendo loco y que he empezado a titularlo todo igual, pero no: lo que anteayer era una solemne tontería hoy es el tema en sí. Resulta que el miércoles que viene se editan los trece álbumes de los Beatles remasterizados de una manera fantabulosa y casi paranormal, si hacemos caso a lo que cuentan los responsables de EMI. Prepárense, porque me temo que la próxima semana tendremos Beatles hasta en la sopa, con interesantísimos análisis de opinadores que no han oído rock desde hace veinte años. De todas formas, dicen los especialistas de verdad que la expectación ante este lanzamiento está totalmente justificada, porque –yo me limito a repetir, que de estas cosas no entiendo– lo que se había hecho hasta ahora con los Beatles en cedé era una chapucilla. Es más, un prestigioso remasterizador pirata del grupo de Liverpool, conocido mundialmente como Dr. Ebbetts, ya ha anunciado que abandona una tarea de casi catorce años tras comprobar que las nuevas ediciones son mejores que las suyas. Eso sí que suena creíble, y no las notas promocionales.
En fin, lo curioso es que, además de la reedición convencional, también existirá la posibilidad de adquirir The Beatles In Mono, una caja lujosa –o sea, carísima– con los diez primeros álbumes en mono más una versión también monoaural –guau, creo que nunca había escrito esta palabra– del recopilatorio Past Masters. Como pueden leer en este artículo del Guardian, los Beatles desdeñaron el estéreo hasta 1969: ellos sólo se ocupaban de las mezclas en mono, así que lo que va a salir esta semana brindará la posibilidad de escuchar a los Beatles más o menos como los Beatles querían que se les escuchase. Eso sí, no sé qué proporción de todas estas sutilezas sobrevivirá en los emepetreses.
Ahí va la revolución en mono…