Plastiscines. Para qué voy a decir más, si sé que, una vez vista la foto, muchos lectores sólo necesitan saber el nombre del grupo para hacerse fans devotos. Pero bueno, a lo mejor con una sola palabra el post quedaría demasiado corto, así que les contaré que son francesas, que proceden de familias bastante pijas –digamos, para no parecer tan primarios, que sus padres pertenecen a la burguesía bohemia– y que están encuadradas en una oleada de grupos galos bautizados creativamente como los bebés rockeros. Su primer álbum, LP1, es del año pasado, pero yo lo he descubierto con retraso y no me voy a privar de recomendarlo, por más que el mundo entero compita en escuchar discos que todavía no se han editado.
La música de las Plastiscines se mueve entre el garaje ligero y los Strokes –otros pijaz… burgueses bohemios, quiero decir–, pero ellas interpretan sus canciones con lo que podríamos llamar frescura francesa. Al fin y al cabo, son jovencísimas y se han criado escuchando “un montón de R&B y rap”, dicho sea lo de R&B en sentido moderno, así que no tenían ni idea de rock hasta que se quedaron fascinadas con los Strokes y los Libertines. ¿Un bluff? On verra, que diría Otegi, pero seguro que a muchos de ustedes también les gustan canciones como ésta: