Las imágenes de David Bisbal cantando en Bruselas son capaces de sumir en la desazón al más europeísta. Bueno, en realidad lo peor del asunto no era él, que ya lo tenemos muy visto, sino esos europarlamentarios de corbata floja y esas europarlamentarias de traje chaqueta chic que bailoteaban y daban palmas como si fuesen el público pastueño -este adjetivo se lo he copiado a Cubillo- de algún teleshow de derribo, en un desolador intento de demostrar que ser político no está reñido con la diversión y, hummm, la cultura popular. A lo mejor les parezco un elitista asqueroso, pero no puedo evitar preguntarme adónde llevarán el continente si les gusta tanto ‘Bulería’, si cantan con goce tan exagerado esas letras pobretonas y calenturientas del giratorio artista almeriense. Pero, como no quiero quedar de radical, abandonaré este desahoguillo y les remitiré a lo que dice hoy Albert Pla, siempre ejemplo de moderación.
-¿Usted se ve actuando para parlamentarios?
-No. Más bien me veo entrando en el Parlamento con una metralleta.