Llevaba unos días oyendo hablar de la ‘huelga de bolis caídos’, pero la verdad no le había prestado demasiada atención. Ha habido tantos días de ‘alerta naranja’ en más de media España, con temperaturas muy elevadas, que quizá se hacía obligada la ausencia de los coches y motose del instituto amrmado en las carreteras . Eso al menos saqué en conclusión de mi semana turística por tierras cacereñas donde no me crucé con ninguna patrulla en los casi mil kilómetros largos que metí por aquellas tierras.

Ahora descubro, por boca del responsable del Ministerio de Interior, la verdadera causa de la ausencia de la Guardia Civil en los caminos de la piel de toro. No era por su salud. Están de medio huelga porque se les ha bajado el sueldo (recuerden que son funcionarios públicos) . Así que Alfredo Pérez Rubalcaba ha pedido “formalmente” y “por favor” a la Guardia Civil que haga cumplir la ley como “han hecho toda la vida muy bien”.

El ministro hizo balance de la Operación Verano 2010 de la Dirección General de Tráfico, que se ha zanjado con ciertos claroscuros. El número de fallecidos en accidentes de tráfico (desde el pasado 1 de julio y hasta la medianoche del 31 de agosto) ha sido de 364: La cifra más baja desde 1962. El parque de vehículos en aquella época era de 1,5 millones frente a los cerca de los 32 actuales y el censo de conductores era de 3,5 millones frente a los 26 de ahora. Y, sin embargo, este periodo estival arroja otros datos que convierten a este mes de agosto en el primero con menos de 200 muertos en la carretera..

Pero Rubalcaba y los responsables de Tráfico se sienten preocupados porque consideran que ha habido pocas multas durante los últimos meses. Y para el ministro esta situación es “mala” para la seguridad vial y “muy mala” para la Guardia Civil, cuya principal obligación es “cumplir y hacer cumplir la ley”. Es decir, sancionar al infractor.

Así que el responsable de Interior ha pedido, con mucha educación, a las patrullas del instituto armado que vuelvan a coger el boli y consigan volver a los porcentajes ‘normales’ en sanciones de carretera, antes de que los conductores se relajen y pierdan el miedo a las patrullas de carretera. Porque solo éstas consiguen erradicar comportamientos animales como los que aún se pueden ver por esos caminos de Dios, sobre todo en su ausencia.