Alerta roja, conminaciones reiteradas a que la gente se quedara a resguardo en su domicilio, supresión del transporte público, cierre de centros comerciales….. Negro nubarrones se cernían sobre nuestras cabezas, y nunca mejor dicho, ante la llegada de ‘Xynthia’. La ciclogénesis explosiva iba a amargarnos el día, según las previsiones de los expertos. “Mejor quédense en casa”, nos habían aconsejado.
Y las consecuencias al paso del huracán han sido más bien pocas (evidentemente quienes han sufrido los efectos no estarán muy de acuerdo), comparado con las amenazas que nos cernían y con las previsiones de nuestras autoridades. ¿Era pues innecesaria la alerta?
El consejero de Interior, que se puso a la cabeza de la comisión de crisis, asegura que las consecuencias del temporal se han visto atemperadas precisamente por el dispositivo preventivo que se organizó. Y que de no haber puesto las medidas en curso , hoy nos estaríamos lamentado terriblemente. Rodolfo Ares no da su brazo a torcer y justifica cuantas medidas se tomaron, aunque entiende que parte de la población las considere exageradas.
Y ese sentimiento es el que hoy tienen miles de personas que ayer disfrutaron de una jornada de asueto primaveral (uno de los mejores días en lo que llevamos de año) y que asistieron atónitos a los lúgubres vaticinios de las autoridades y de los medios de comunicación.
El dispositivo de emergencia, uno de los más importantes de los últimos años, ha sido desactivado, según ha explicado hace unas horas el consejero de Interior. Rodolfo Ares asegura que el temporal de viento ha dejado registros históricos en esta comunidad autónoma con un pico de 228 kilómetros por hora en Orduña (Vizcaya), ninguna víctima mortal y ocho heridos en un accidente de tráfico en la autopista AP-1, en Guipúzcoa. El temporal ha dejado vientos de 135 kilómetros por hora en Vitoria;de 123 en Bilbao; y de 126 en San Sebastián, según los datos aportados por Ares.
A consecuencia del viento 60.000 clientes de Iberdrola han sufrido cortes en el suministro eléctrico y a mediodía de hoy todavía se encontraban en esta situación 24.000 abonados.
El incidente más grave ha tenido lugar en la autopista AP-1, cuando hacia las 23.35 horas de ayer un panel de señalización de la autopista fue derribado por el viento entre las localidades guipuzcoanas de Soraluze y Eibar, lo que provocó un accidente de tráfico en el que ocho personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad.
Otro incidente destacado se ha registrado en Orduña, donde se tuvo que desalojar a treinta personas de sus domicilios tras haberse desprendido la cubierta de un edificio de siete viviendas.
¿Estaba entonces justificada la alarma? La mayor parte de la población vasca cree, a la vista de lo que ellos han vivido, que nuestras autoridades se han excedido a la hora de velar por nosotros. Sin embargo, las autoridades, con Ares a la cabeza, siguen manteniendo que era necesario prevenir los posibles daños porque nos encontrábamos ante uno de los huracanas más potentes y sus efectos podían ser devastadores.
¿Qué quieran que les diga? Muchos pensamos que la ciclogénesis del pasado año fue mucho peor y que nuestras autoridades han querido evitar que se les recrimine por no ser previsores. Pero me recuerda mucho a la enseñanza del cuento de Pedrín y el lobo. Y eso tampoco puede ser.