Cristiano Ronaldo ha sido sancionado con dos partidos de suspensión por la reacción que tuvo ante las continuas entradas de Mtiliga, que acabó con la nariz fracturada tras recibir un golpetazo del jugador portugués en pleno rostro cuando intentaba zafarse del marcaje de su contrario. ¿Fue agresión? ¿Tiró a dar el luso? ¿La sanción es proporcionada?
Como siempre, cuando se trata de Ronaldo, todo se desmesura. Lo cierto es que el jugador portugués se ha ganado a pulso la reacción contraria del público porque él mismo alimentó con sus declaraciones (me crezco cuando veo a la gente en mi contra, llegó a decir cuando llegó a España). Y pasa lo que pasa.
El director general del Real Madrid tiene claro que “la única intención” de Cristiano Ronaldo en la acción con Mtiliga era “continuar la jugada” y por ello considera que la expulsión fue “muy dura”. Eso sí, Valdano dice que el Real Madrid “aceptará la sanción.
En el entorno madridista (y en la prensa deportiva más madridista) se compara lo que hizo Ronaldo con la jugada que protagonizó Messi en el Barcelona-Sevilla de Liga del 16 de enero al intentar zafarse de Marc Valiente. Y en aquella ocasión, el delantero blaugrana no fue castigado; y sí lo fue su marcador. Claro que existe una notable diferencia que algunos se empeñan en no querer ver: mientras Messií bracea para apartar al jugador contrario, Ronaldo lanza dos veces consecutivamente su codo. Por no entrar además en el resultado de ambos lances y comprobar quién salió perjudicado de la jugada.
Siempre que sucede una jugada de este tipo se mira más el nombre y el color de la camiseta que cualquier otra cosa. Pero de haber sucedido al revés, hoy los periódicos clamarían por penas más duras para defender a uno de los mejores jugadores del mundo. Y es cierto que el reglamento, y la forma de aplicarlo, en ocasiones no tiene en cuenta quién quiere jugar y quién solo trata de impedir que el contrario juegue. De acuerdo, pero para todos y sea quien sea quien cometa la falta, que se aplique al máximo la ley. Pero luego no nos quejemos de que el árbitro se carga el partido.
Baste recordar lo que sucede en todas las áreas, en todos los partidos, con los marcajes al hombre. Si los árbitros se ponen en su lugar, seguro que ven penaltis en todas las acciones. Y los resultados quizá reflejarían algo que no se ha visto en el juego. Así que no nos pongamos demasiado puristas.
Otra cosa es cómo se castiga a los infractores y cómo se establecen reglas distintas para los más famosos.Y se comprende que, en algún momento, éstos reaccionen mal hartos de las patadas que reciben de sus marcadores y que el árbitro no castiga a tiempo. Pero no es justificable una agresión. Y se pongan como se pongan, el codazo de Ronaldo es una agresión.
Ahora dicen que el Madrid piensa apelar porque no considera que su estrella haya cometido ningún pecado. Se olvida de que al final del encuentro aseguraba ante las cámaras que quien vea en su acción algo punible, es que no entiende de fútbol. Vale; lo reconzco: yo no entiendo de fútbol. Digan lo que digan él y Valdano, lo suyo fue agresión al contrario. Y merece un castigo ejemplar.