La banda terrorista ETA sigue en activo y eso nadie lo puede negar. Sin embargo, las declaraciones del ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, por las que alertaba de un inminente secuestro por parte de los terroristas, no dejan de causar cierta sorpresa. Más si cabe viniendo de quien las pronuncia, un político con experiencia y uno de los hombres mejor informados de todo el país. Y no solo porque es el titular de la cartera.

Las palabras de Alfredo Pérez Rubalcaba han levantado una gran polémica y han sido duramente criticadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y por algunos partidos políticos. Rubalcaba, sin embargo, considera que hacer este tipo de advertencias es su obligación, y en esa labor ha encontrado el respaldo del consejero vasco de Interior y del líder de los populares vascos Antonio Basagoiti. Pero han causado desasosiego y alarma social.

A nadie se le escapa que la capacidad de los terroristas para matar es aún muy alta, pese a los golpes policiales y a la constante vigilancia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Sólo la constante y persistente acción de la Policía, los servicios de seguridad y la Justicia merman la capacidad de actuar de los terroristas. El peligro es latente. Pero no por ello es necesario que, a cada momento, se nos recuerde esa posibilidad. Lo mismo que no se nos advierte de forma persistente que en la calle nos pueden robar, golpear e incluso matar. Mensajes de este tipo harían imposible la convivencia y producirían efectos devastadores entre la gente de bien. ¿Por qué entonces Rubalcaba lanzó su siniestro mensaje?

Los principales sindicatos policiales (SUP, CEP y SPP) y la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) han calificado de “inoportunas” las declaraciones del ministro y algunos incluso le reprochan que se hayan enterado de esa “posible situación excepcional” por los medios de comunicación. Además de estos colectivos, también se han pronunciado al respecto los escoltas.

En el mismo sentido se ha manifestado el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, quien ha asegurado las administraciones “no están para provocar la alarma en la población y, menos aún, para jugar con datos reales o ficticios que puedan permitir poner en marcha operaciones propagandísticas”.

El Gobierno vasco, por su parte, ha defendido lo hecho por Pérez Rubalcaba como una “obligación” del ministro del Interior, mientras el presidente del PP, Antonio Basagoiti, cree que el aviso debe servir para que la sociedad tome las medidas oportunas

La situación es, cuando menos, preocupante. Por unos y por otros, aunque quien más responsabilidad tiene es precisamente el ministro, que debería ser mucho más cauto en sus declaraciones. Y se hace aún más agobiante que sea Pérez Rubalcaba quien haya alertado de esta forma a la población. Algo siniestro debe saber sobre la banda para que haya roro su prudencia y se haya pronunciado de esta manera. Pero si sabe qué pretenden los terroristas quizá debiera comunicar la situación sólo a los posibles afectados y disponer cuantas medidas sean precisas para abortar las posibilidades de éxito de ETA. Por el bien de todos esperemos que vuelva a que coronar con éxito su gestión. En eso todos estamos de acuerdo.