En mi ingenuidad innata, pensaba que la Dirección General de Tráfico velaba por nuestra seguridad en carretera con la instalación de radares y otras medidas que amenazan con recortar los puntos de los infractores y evitar que esos individuos permanezcan al volante. Es evidente que se producen aún demasiadas muertes por accidentes en las vías de comunicación españolas y ese goteo no se puede permitir en ningún país civilizado.
Pero resulta también incuestionable que, al menos en la comunicación, el planteamiento que hace el Gobierno y los responsables de Tráfico no es el más adecuado, si de lo que se trata es de reducir el número de accidentes. Según anunció ayer el Ejecutivo, se pretende recaudar casi 432 millones de euros en multas de tráfico el año que viene, un 3,7% más que lo que tiene previsto ingresar en 2009, según se puede ver en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2010. Los ingresos por multas de tráfico se han multiplicado desde que entró en vigor el carné por puntos en 2006. Así, se ha pasado de los 192 millones de euros que se recaudaron por este concepto en 2005 a los 432 millones de euros previstos para 2010.
Es cierto que desde la entrada en vigor del carné por puntos se han reducido los accidentes y también los muertos. Aunque aún sufrimos demasiados. Pero no parece que lo más importante sea lo que va a a recaudar y, si ese es el mensaje que se lanza a los conductores, flaco favor se hace a fomentar la seguridad. Lo importante, o eso creo yo, son las vidas que se salvan al año; los accidentes que se evitan, se pongan radares, se pongan limitaciones, más agentes de Tráfico y más medidas punitivas. Pero si cargamos el acento sobre la recaudación, vamos a pensar que es realmente el asunto crematístico lo que más interesa al Ejecutivo y que las medidas que se anuncian para evitar muertos, solo pretenden incrementar la caja.
Pese a todo, desde Tráfico se insiste en que el único objetivo que persiguen es aumentar la seguridad y por eso “hay mayor presencia en la carretera de guardias civiles o ertzainas, mayor vigilancia y más número de radares, lo que conlleva que se detecte un mayor número de infracciones” y, por tanto, añadiría yo de nuevo se recauda más.
De la misma forma que la reforma integral del procedimiento sancionador de tráfico, “a partir de una simplificación del proceso y de la incorporación de la administración electrónica para el mismo” solo parece destinada a que nadie se escape del mecanismo de pago. La sanción se cobra sí o sí. Lo único realmente importante.