¡Ojo al parche! La confusión se ha instalado en mí (lo que tampoco resulta tan difícil). No me digan ustedes que se acaban aclarando sobre si nos suben (o no) los impuestos. Yo, desde luego, cada día me aclaro menos y me quedo sumido en la duda permanente. Y como no me gusta deshojar la margarita, pues no sé a qué carta quedarme. Pero cuando el río suena…. (no sé por qué me da que no hace demasiado tiempo he utilizado esta misma expresión en otro post).

Vamos, que sea cual sea la decisión del Gobierno, mucho me temo que nos va a acabar afectando. Aunque las declaraciones de hoy parecen alejarnos del peligro (de pagar más) a aquellos que trabajamos por cuenta ajena. O eso parece. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha descartado que se vayan a revisar los tipos del IRPF en la subida de impuestos que prevé el Ejecutivo y ha asegurado que en esa reforma se van a quedar al margen los rendimientos del trabajo. “No estamos contemplando tocar los tipos del IRPF y vamos a preservar la rentas del trabajo”, ha asegurado el jefe del Ejecutivo.

Eso me tranquiliza, aunque si quieren que les sea sinceros no acabo de creerme del todo al presidente. Ya sé, ya sé. No es nada educativo; pero se han pasado el verano de anuncio en anuncio y nos han dejado a todos un tanto perplejos. Y no hace falta estar con Rajoy para acusar al Gobierno de estar constantemente improvisando medidas o de no medir con suficiente profusión las providencias que han presentado. Salvo que en nuestro corto entendimiento no hayamos logrado interpretar al presidente y a los miembros de su gabinete, aunque mucho me temo que también esté (el cascarrabias) equivocado en esto.

Pues bien. Zapatero ha explicado hoy que el impuesto de sociedades tampoco se va a elevar sino que en todo caso se va a rebajar y lo que está en estudio es un incremento sobre las rentas del capital o las plusvalías. “Será una subida moderada que siempre estará por debajo de la presión fiscal de cuando inicié el mandato”, ha asegurado durante una rueda de prensa en Estocolmo, donde se ha entrevistado con el presidente sueco, Friedrik Reinfeldt, para preparar la Presidencia de la UE.

Hasta la próxima comparecencia tendremos unos cuantos días para interpretar al presidente y no digo nada a partir de mañana cuando todos los programas de Radio y Televisión vuelvan con sus tertulianos de rigor. Pero ya les digo desde ahora que si están esperando oír a todo el mundo la misma explicación, vayan quitándoselo de la cabeza. Ni ellos ni yo conseguiremos acertar en lo que Zapatero nos ha preparado para lo que resta de curso. Pero estoy convencido de que en algo saldremos perdiendo; aunque sea en bien del país.