Conmoción en la Irlanda católica. Tras nueve años de investigación y más de 2.000 testimonios, una investigación ha concluido que la cúpula de la Iglesia católica irlandesa conocía el abuso “endémico” al que eran sometidos los 35.000 niños que entre los años 50 y los 80 se acogieron a sus instituciones. La publicación el miércoles del informe de cinco tomos y 2.500 páginas ha provocado un enorme revuelo en la República de Irlanda y también en el Reino Unido, adonde emigraron muchas de las víctimas, incapaces de superar la vergüenza y las secuelas de aquellos años. Inclñuso algunos altos cargos de la Iglesia irlandesa han abandonado su puesto tras conocerse el documento.
La Iglesia irlandesa sólo ha tenido que pagar un 10% de las indemnizaciones que hasta ahora han sido abonadas a las víctimas de los abusos. Mientras que el Estado irlandés ha desembolsado ya más de 1.200 millones de euros, la Iglesia sólo ha pagado 128 millones gracias al ventajoso acuerdo que firmó en 2002 con el Gobierno de Dublín y que ayer denunció la oposición en el Parlamento.
El informe ofrece cifras que dan una idea de la escala de los abusos cometidos en 55 escuelas industriales y reformatorios de Irlanda por los que pasaron 25.000 niños entre 1937 y 1978. En total, 496 varones y 60 mujeres han sido identificados por las víctimas como causantes de los abusos, físicos o sexuales. Entre los varones, 399 eran religiosos (378 hermanos y 21 sacerdotes), 75 seglares y el resto corresidentes o personas ajenas a las instituciones. De las mujeres, 39 eran religiosas. Un total de 134 hermanos o sacerdotes fueron identificados por entre dos y nueve víctimas y 208 fueron citados por una sola de las 2.000 víctimas que han prestado testimonio.
De los 253 casos de abusos sexuales denunciados, 88 ocurrieron antes de 1960, 119 entre 1960 y 1969, 37 entre 1970 y 1979 y nueve entre 1980 y 1989. La gran mayoría de los casos (un 66%) han sido tipificados como “abuso sexual, emocional, negligente y físico”.
El cardenal arzobispo de Armagh, monseñor Sea Brady, máxima autoridad católica en Irlanda, ha pedido perdón y dijo sentirse “avergonzado”. “La publicación del informe arroja luz al oscuro periodo del pasado. Es bienvenido y un importante paso para lograr la verdad, hacer justicia a las víctimas y asegurar que estos abusos no vuelvan a suceder”, añadió Brady en un comunicado.
No es la primera vez que sale a la luz una verdad tan traumática. La Iglesia de Estados Unidos también ha tenido que hacer frente a indemnizaciones multimillonarias para tapar los escándalos y satisfacer a las víctimas. El mal parece universal y los episodios de abusos contaminan a la Iglesia en todo el mundo. Sin embargo, resulta sorprendente que nunca haya saltado la alarma en la Iglesia latina (España, Italia, Portugal, sin ir más lejos).
Ninguno de los países con larga tradición católica (a excepción ahora de Irlanda) ha emprendido una revisión del pasado y ha puesto en evidencia los abusos cometidos sobre los más débiles. ¿O es que pensamos que aquí estamos libres de pecado?
Quizá nunca se emprenda una investigación similar a la que ahora escandaliza Irlanda; ni tan siquiera sé si es conveniente volver a remover tan turbias aguas. Pero sí sería conveniente que la Iglesia española pidiera perdón por el pasado (cuando las barbas de tu vecino…..). Y que no tengan que pasar 350 años para reclamar las disculpas, como hicieron con el caso de Galileo.