Comienza el espectáculo. Después de meses en los que ni tan siquiera se han mirado a la cara, ELA y LAB aparecen por sorpresa ante los medios de comunicación más unidos que nunca y con un objetivo común: hacer frente al Gobierno de Patxi López que ha alcanzado un pacto con el PP para hacer posible el cambio histórico. A los dos sindicatos nacionalistas se han unido ESK, STEE-EILAS, EHNE e HIRU para convocar una huelga general para el próximo 21 de mayo en las comunidades vasca y navarra en contra de la destrucción de empleo, “el chantaje inmisericorde de la patronal” y las políticas sociales de los gobiernos actuales.

Aunque esta iniciativa se ve en diversos foros políticos como uno de los primeros conflictos a los que tendrá que hacer frente el futuro gobierno de Patxi López, los secretarios generales de ELA y LAB, Adolfo Muñoz y Ainhoa Etxaide, han reiterado esta mañana que “la adscripción política (PSE) del nuevo gobierno no ha tenido nada que ver con la convocatoria de la protestas”. Incluso los dirigentes sindicales han asegurado que los primeros contactos para llevar a cabo esta huelga tuvieron lugar antes de las elecciones autonómicas, con lo que “la huelga se habría convocado con independencia de qué partido hubiera ganado los comicios”.

Casualidades de la vida, que diría el poeta. Lo que para algunos es ‘blanco y en botella’, es decir, leche, para los sindicatos nacionalistas resulta una apreciación harto desacertada. Sostienen que, de haber estado Ibarretxe al frente del Gobierno, también hubieran hecho efectiva la convocatoria.

Se hace difícil, incluso para el cascarrabias, creer a pies juntillas en el aserto de ELA y LAB, puesto que el Gobierno que va a presidir Patxi López tendrá el 21 de mayo apenas un par de semanas de vida. Y no habrán tenido ni tan siquiera tiempo para revisar los papeles que han quedado en Ajuria Eenea (por cierto, hay quien asegura que se han comprado varias trituradoras para destruir los documentos acumulados durante casi tres décadas de mandato, pero seguro que es una maldad o solo se van a eliminar papeles sin valor alguno).

Lo cierto es que los sindicatos vascos (entre los cuales incluyo también con cierto atrevimiento a UGT y CC OO) habrán convocado la huelga general unas ocho veces en toda la historia de la democracia. Pero que recuerde en este momento (y es muy posible que me pueda equivocar), siempre lo han hecho contra la política ejercida por el Gobierno central. Y eso es lo que de verdad resulta llamativo en esta convocatoria, desacertada e inoportuna. Y sin que se vea a corto plazo en qué puede beneficiar a los trabajadores vascos en estos momentos de crisis.