Estamos lanzados. No ha empezado la campaña electoral, pero todos los días tenemos proclamas, comparecencias, declaraciones e intervenciones de los candidatos a la Lehendakaritza. Es lo que toca. Y ‘solo’ nos quedan 30 días de intenso bombardeo, aunque una y otra vez las consignas y las conclusiones sean las mismas.
“Ibarretexe, miente”, decía Patxi López. “Zapatero está mintiendo”, se clamaba desde Vitoria en la tribuna de los populares. Desde las filas del PNV también se piensa que López miente cuando dice que no va a haber frente antinacionalista. ¿Todos mienten? ¿Pero entonces quién dice la verdad? ¿A quién debemos de creer los ciudadanos?
El cascarrabias siente cierta perplejidad. Un día tras otro, los candidatos dicen de sus oponentes que mienten. Y así se hace difícil que tengamos confianza en nuestros políticos. Se ha instalado el discurso del “y tú más”, que se impone machaconamente en cada una de las intervenciones de los candidatos. No se trata de convencer a los indecisos (yo dudo que haya nadie indeciso, pero bueno), que ni tan siquiera están presentes en los discursos o mítines. Este es un país pequeño y, a estas alturas, son pocas las dudas que asaltan a los votantes sobre las bondades o maldades de Ibarretxe, López o Basagoiti.
Los líderes políticos hablan para los periodistas (sobre todo) y para los suyos. Pero los mensajes son conocidos por los dos grupos citados. Así que se dedican a lanzar la frase más sonora posible sobre el adversario. Los medios la van a recoger sin falta y los ciudadanos no podrán escapar de la cita que repiten todos los medios de comunicación. Al fin y al cabo, esto también es un espectáculo. Pan y circo. Tenemos campaña electoral.